| 14 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Moncloa se ahoga: el sector del automóvil salta por los aires con Sánchez KO

Un sector clave de la economía española es un auténtico polvorín de una punta a otra del país. No están claras las soluciones y Pedro Sánchez se siente superado.

| Javier Rodríguez España

Moncloa está superada por la crisis en Nissan, que Pedro Sánchez había descartado hace apenas 4 meses garantizando el mantenimiento de una fábrica que da 3.000 empleos directos y 23.000 indirectos. Y no solo por la gravedad de este caso, sino por el polvorín que ha puesto en marcha.

El 22% del PIB se ha puesto en la diana en apenas dos semanas: el 12% del turismo y ahora, de golpe, el 10% de la automoción. Abierta la Caja de Pandora de Nissan, se han liberado todos los monstruos de los ERES, el cierre o los despidos en la práctica totalidad de las marcas con presencia fabril en España.

Renault ha anunciado 15.000 bajas, de las cuales en principio ninguna caerá en Palencia y Valladolid, que sí puede asumir recortes salariales severos. Ford está con problemas en Valencia, Mercedes en Vitoria y hasta Citröen en Vigo no las tiene todas consigo. Todo el sector, de arriba a abajo, ha sido sacudido por tres factores yuxtapuestos: la pandemia, la falta de una política nacional al respecto y el poderío de Francia y Alemania para "repatriar" la fabricación de sus marcas.

 

Lo explican a ESdiario fuentes próximas al Gobierno. "Es una tormenta perfecta, y no tenemos la culpa pero tampoco las soluciones totales". Se refiere a que, ante los planes de Merkel y de Macron de insuflar miles de millones a sus marcas de referencia, éstas siempre van a cortar la producción de plantas ajenas a sus países de origen.

Y España es la cabeza de turco: es una potencia mundial en fabricación (la segunda de Europa y la octava del mundo) pero depende por completo de los encargos ajenos: desde que la Seat se integró en Fiat, no hay una marca española que pudiera  reconvertir las factorías para terceros en fábricas con sello nacional.

No hay plan

"La nacionalización no tiene ningún sentido. ¿De qué te vale una fábrica si no tienes que fabricar?", venía a decir el diputado de Cs y empresario, Marcos de Quinto, en réplica a la apuesta por la "soberanía industrial" que al parecer defienden Podemos o ERC.

 

 

¿Y qué puede pasar? Los nervios son tremendos. La sensación de que todo se puede desquiciar está presente, y el único remedio que se divisa es Europa: su "rescate light", que aún no está cerrado y no lo estará al menos hasta finales de junio, aparece como el gran flotador para superar esta crisis dentro de la crisis.

¿Nadia Calviño?

"Pero si insisten en derogar la reforma laboral y en subir los impuestos", ni la ayuda europea sería suficiente, explican fuentes del sector, que perciben otro problema añadido: la propia evolución de las marcas hacia modelos más "verdes" coincide, en un proceso siempre complejo, con una caída del consumo y una competición entre países por quedarse con el pastel de la fabricación, que es el del empleo.

Las incógnitas son muchas. Pero Sánchez no tiene las respuestas. Quizá alguna más tenga la vicepreisdenta económica, Nadia Calviño, frontalmente enfrentada a Podemos por la abolición de la reforma laboral porque, entre otras cosas, es consciente de que sería una losa más en este sector clave de la economía española.