Carlos Herrera interrumpe su descanso para enfilar al presidente "de la tumbona"

Carlos Herrera interrumpió sus vacaciones, como es habitual desde hace años, para retornar a los micrófonos cuando la actualidad se pone caliente. La razón fue el nuevo intento del Gobierno de imponer por la fuerza una subida de impuestos en la Comunidad de Madrid, pactada ya en su día por Pedro Sánchez con ERC y resucitada por el presidente valenciano, Ximo Puig, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

Esa posible medida soliviantó al locutor estrella de COPE, hasta el punto de volver de su descanso estival para explicar la gravedad de los hechos, calificados por él de "155 fiscal" con un durísima crítica a sus promotores y, en especial, a Ximo Puig, a quien reprochó su incompetencia desde la Generalitat valenciana.

Escrivá estudiará el impuesto exclusivo para Madrid propuesto por Puig

Herrera acusó a Sánchez de encabezar este ataque a Madrid "desde la tumbona y con un mojito en la mano", en referencia a sus vacaciones en el Palacio de la Mareta, cedido por el Rey Juan Carlos a Patrimonio Nacional tras recibirlo él en su día como obsequio del Rey Hussein de Jordania.

"Con esa estrategia, Ayuso va a poder seguir gobernando en Madrid hasta la próxima glaciación. Pero a Sánchez parece no importarle si, con ello, logra que un vecino de un pueblo extremeño o andaluz se crea que su escasez es culpa de los madrileños", dijo el periodista en uno de sus célebres editoriales.

A Pedro Sánchez le molesta más Ayuso que Junqueras. Y le irrita más Almeida que Otegi, sentencia Carlos Herrera

"Pero miren, la realidad es bien distinta: Madrid aporta siete de cada diez euros del fondo de solidaridad autonómico. Y lo hace con la presión fiscal más baja de España y sin pedir que el PIB generado en Madrid se quede en Madrid: no llega al 30% lo que se queda en Madrid de todo lo recaudado en Madrid", prosiguió.

La "lección" de Sánchez

Para añadir: "Más datos: un madrileño tiene la mitad de financiación per cápita que un vasco o un navarro con la misma renta. Y una conclusión: al contrario de lo que sostiene el Gobierno, si Madrid tuviera el discurso económico del País Vasco, Navarra o Cataluña… el resto de España sería África".

El remate de Herrera fue de lo más contundente: "Pero más allá de las reflexiones económicas, que son muy evidentes, el acoso de Moncloa a Madrid deja una enseñanza política: Sánchez no tiene límites. Le molesta más Ayuso que Otegi. Y le irrita más Almeida que Junqueras y Puigdemont. No soporta que haya políticos, periodistas o jueces que no se rindan. Y si hay que invadirles con un Ministerio de la Verdad, una Ley exprés para el Poder Judicial o un 155 fiscal, se hace", concluyó.