| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El doctor Heriberto Janosch.
El doctor Heriberto Janosch.
Exclusiva

"El caso Madeleine McCan fue un robo que se convirtió en secuestro"

El investigador español que colabora en el esclarecimiento de la desaparición de la niña británica da una entrevista en exclusiva a ESdiario. Cree que hubo un fallo grave los primeros días.

| Alfonso Egea España

 

 

El caso Madeleine McCan puede estar más cerca que nunca de su resolución, y un investigador español puede haber tenido mucho que ver. Heriberto Janosch es psicólogo, sacó adelante una tesis sobre Criminología, y ha puesto al servicio de una investigación complicadísima todos sus recursos y su tiempo para intentar ayudar.

Hace unas semanas, justo cuando se acababan de cumplir 13 años de la desaparición de Madeleine, la justicia alemana anunciaba que tenían un sospechoso que encajaba en el caso y entre otras evidencias se valieron para demostrarlo de una imágenes obtenidas por el profesor Janosch: una imagen satelital del año 2007 en la que se podía identificar lo que parecía la furgoneta del sospechoso, Christian B, un pedófilo que cumple condena en Alemania.

Desde entonces la policía no ha dejado de investigar a Christian B. Han registrado sus vida y sus propiedades y aseguran tener indicios suficientes para seguir haciéndolo. Entre ellos una mazmorra escondida en una finca de su propiedad. Pero la pregunta es: ¿Estamos ante el asesino de Madeline McCan? Y si es así, ¿pretendía Christian secuestrarla aquella noche?

 

El pedófilo Christian B., en el que se centra la nueva línea de investigación.

 

Las respuestas son complejas, por eso ESdiario entrevista en exclusiva al investigador español que mejor conoce el caso.

- ¿Cuándo surgió su interés por el caso de la desaparición de la pequeña Madeleine y por qué se fijó en esta investigación?, ¿qué vio de especial en ella?

- Hace unos diez años una compañera de trabajo me dijo: “¿Te has fijado en este caso? El crimen lo cometieron los padres”. Como psicólogo me llamó mucho la atención, unos padres matando a su hija de 3 años y ocultando su cadáver. Como tenía acceso a las diligencias de la policía portuguesa, más de 11.000 páginas, comencé a estudiar el caso. Eso me llevó a interesarme por la criminología y la criminalística, obteniendo mi doctorado con una tesis sobre los agresores sexuales desconocidos para sus víctimas.

- ¿De qué herramientas se valió para calibrar el caso? Me refiero a qué tuvo que recurrir: visitar la zona, hablar con testigos, revisar documentación…

- Para estudiar crímenes como asesinatos, agresiones sexuales o desapariciones, es imprescindible visitar la zona donde ocurrió. Las imágenes satelitales o las fotos del Google Streetview son muy útiles, pero no son suficientes. Hay que estar en el lugar, sobre todo en épocas y en horas similares en que se produjo el crimen. Se tiene una perspectiva muy diferente.

En los últimos diez años visité Praia da Luz 6 veces, quedándome más o menos una semana en cada ocasión. Conozco Praia da Luz mejor que mi barrio, el complejo turístico, los restaurantes, las antenas de telefonía … Con la lectura de las diligencias ya tenía varias hipótesis en la cabeza, y en cada ocasión dirigía mis esfuerzos en el lugar a comprobar tales hipótesis, documentar todo con fotos y vídeos, y por supuesto, hablar con la gente del lugar …

Fue así que me enteré que los apartamentos sufrían, por aquella época, constantes robos. Se llevaban dinero, tarjetas de crédito, móviles, ordenadores portátiles … Eso me ayudó a la hora de formular la hipótesis que creía resolvería el caso: un robo que escaló en secuestro.

- ¿Cuál fue su impresión nada más aterrizar en el caso?

- Lo primero que hice fue comprobar la hipótesis de que los padres habían cometido el crimen. No había leído ni el 10% de las diligencias policiales, incluyendo los análisis de la escena del crimen, los testimonios de cientos de personas, y la secuencia temporal de los eventos, cuando me di cuenta que los padres no habían cometido ningún delito. Sí habían cometido un grave error, dejar a los niños solos por periodos de entre 15 y 30 minutos. Fue durante uno de estos periodos cuando se llevaron a Madeleine desde su habitación. ¡Pero hay una gran diferencia entre un delito y un error! Hay que tener en cuenta la intención de hacer un daño.

 

 

-¿Diría usted que se trató de una investigación preconcebida?, ¿cree que los investigadores se fijaron pronto en los padres de la niña y hacia allí dirigieron sus pesquisas?

- La Polícia Judiciária de Portugal actuó muy presionada por la repercusión del caso, aun así el expediente tiene mucha información que considero relevante para la resolución del mismo, obtenida de manera muy profesional. En mi opinión lo que ha fallado fue la dirección de la investigación durante los primeros cinco meses, ya que se centraba demasiado en una sola pista a la vez (primero en el vecino del lugar, Robert Murat, y luego en los padres de Madeleine), y se descuidaban todas las demás posibles líneas de investigación.

En particular, ya se incluían en las primeras declaraciones de los testigos una decena de casos de robo, cercanos al apartamento de Madeleine en el tiempo y en el espacio, pero esa pista nunca fue seguida en profundidad. Se perdió un tiempo precioso.

- 13 años después Christian Brueckner, pedófilo reincidente, aparece en escena. Me gustaría que hiciera una valoración de esta persona como sospechoso y de la solidez de esta línea de investigación.

- Estoy en contacto con el fiscal alemán, H. Christian Wolters, y lo considero una persona íntegra, que sabe de lo que habla. Él tiene pruebas de que Madeleine está muerta, a partir de los registros realizados en Neuwegersleben, Alemania, desde febrero de 2016, donde se encontró una ingente cantidad de material audiovisual pedófilo, en una fábrica abandonada que solía utilizar el sospechoso. Esta línea de investigación no solo la considero auspiciosa sino muy probablemente la que lleve a la resolución del caso. Pero no podemos basarnos en la historia criminal de Christian B., porque alguien pudo cometer muchos crímenes, y no justamente el que es de nuestro interés.

Hay que conseguir las pruebas de que él cometió efectivamente el asesinato de Madeleine. Su historia delictiva puede ser horrenda, de hecho lo es, pero eso no sirve como prueba para el caso de Madeleine, y lo que el fiscal Wolters necesita ahora es encontrar las pruebas materiales, ADN, testimonios, registros telefónicos, etcétera … para poder incriminarle.

- Permítame el descaro: ¿Cómo demonios dio usted con una furgoneta que pudiera estar vinculada al caso mirando fotos satelitales?

- Antes que nada, hay que decir que todavía no está confirmado que la camioneta que encontré en una foto satelital sea la del sospechoso, pero es verdad que sus proporciones son bastante coincidentes con la de una Westafalia. Cuando la Bundeskriminalamt, la policía judicial alemana, solicitó ayuda de la población intenté viajar a Praia da Luz, pero me aconsejaron no ir por el tema de la Covid19. Entonces me dediqué a buscar en las fotos satelitales, en las zonas que frecuentaba el sospechoso: Foral, Monte Judeu, Praia da Luz, y la zona costera desde Praia da Luz hasta Vila do Bispo.

 

La VW Westfalia de Christian B.

 

Busqué fotos cercanas en el tiempo al día del crimen. En particular la foto que ha salido en varios medios mostrando la furgoneta es del 22 de junio de 2007, siete semanas después del crimen, y el lugar está al lado de la casa que ocupaba Christian B. en 2006, a unos dos kilómetros del apartamento donde dormía Madeleine.

 

El lugar donde el satélite captó la furgoneta del sospechoso. 

 

- Estoy seguro de que es usted un excelente perfilador. ¿Compartiría con nuestros lectores las claves del perfil del secuestrador y presunto asesino de Madeleine?

- Los perfiles criminológicos a día de hoy, en mi opinión, no tienen valor de prueba, no deberían utilizarse en un juicio penal. Pero sí pueden ser muy útiles para guiar la investigación policial, en la búsqueda de sospechosos. Realicé un perfil criminológico del secuestrador de Madeleine en junio de 2016.

En esa ocasión escribí, entre otras cosas: “El móvil primario del secuestrador es hurtar valores como dinero, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, relojes, anillos, etc. Pequeños objetos de alto valor que puede transportar fácilmente sin necesidad de disponer de un vehículo motorizado. Pero un motivo sexual no puede descartarse todavía. El modus operandi consiste en abrir una ventana desde el exterior, en apartamentos que están ocupados, pero que, circunstancialmente, en el momento de los hechos, parece no haber nadie en su interior (…). El delincuente comete sus delitos en soledad, o como máximo tiene un cómplice, compañero de andanzas, de su total confianza (…). El secuestrador no conoce a la víctima con antelación, su objetivo es otro, hurtar (…). Se trata de un hombre de entre 25 y 35 años, que vive y/o trabaja en Praia da Luz. No presenta ningún trastorno de tipo psicótico, no sufre pérdidas de la realidad. Sabe bien lo que está haciendo, en este caso hurtar (…). Posee un trastorno de personalidad anti-social o psicopática. Sabe distinguir lo que está bien de lo que está mal, pero no le preocupa, vive según sus propias reglas (…). Es difícil que el delincuente confiese, dada su personalidad psicopática. Sólo confesará si lo atrapan y puede sacar alguna ventaja de la confesión, como una reducción de condena”.

Sigo pensando que el motivo principal del criminal fue el robo, y que solo circunstancialmente afloró el pederasta cuando se encontró de sorpresa con Madeleine.

Se han cumplido 13 años ya de la desaparición de la niña.

 

- Volviendo a Brueckner. La policía centra todos sus esfuerzos en él. ¿Tiene la familia de Madeleine motivos para creer que están más cerca de saber qué le pasó a su hija?

- Los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, tienen ahora motivos suficientes para creer que están cerca de saber lo que le ocurrió a su hija. Pero no aceptarán su muerte sin una evidencia sólida. El fiscal Wolters tiene esa evidencia, pero no la dará a conocer hasta que llegue el momento oportuno.

-13 años después, que el caso siga donde esta, ¿es fruto de la mala suerte, la negligencia policial o la enorme fortuna del delincuente?

- En este caso la principal causa, en mi opinión, fue la mala dirección que tomó la investigación en los primeros momentos, focalizándose en solo dos pistas, y descuidando otras, algunas de ellas mucho más promisorias.