Pérez-Reverte destroza a la Generalitat por incumplir el 25% de castellano

El periodista y escritor Arturo Pérez-Reverte ha vuelto a dar en la diana de una de las declaraciones más polémicas de estos últimos días: la del consejero de educación de la Generalitat de Cataluña diciendo que, aunque el Tribunal Supremo haya sentenciado que es obligatorio que todos los colegios de la región impartan al menos un 25% de materias en castellano, ellos van a mantener su modelo educativo. 

Un modelo (de adoctrinamiento para muchos), en el que se establece que el 100% de las asignaturas se dan en catalán. Es decir, que el gobierno catalán ha decidido unilateralmente no obedecer a la Justicia. Y Pérez-Reverte tiene muy claro quiénes son los culpables de que esta situación se esté produciendo.

"A partir del inicio de curso, ningún aula de este país aplicará el 25% de castellano, y éste es un éxito de país".
Realmente la culpa no es ellos (que atienden su negocio y es normal que así lo hagan), sino de los gobiernos y los jueces que, cómplices pasivos, se lo toleran. https:/t.co/QcSkmoDOz8

— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) September 3, 2022 " target="_blank">

"A partir del inicio de curso, ningún aula de este país aplicará el 25% de castellano, y éste es un éxito de país".
Realmente la culpa no es ellos (que atienden su negocio y es normal que así lo hagan), sino de los gobiernos y los jueces que, cómplices pasivos, se lo toleran. https://t.co/QcSkmoDOz8

— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) September 3, 2022

"A partir del inicio de curso, ningún aula de este país aplicará el 25% de castellano, y éste es un éxito de país”, explicaba el consejero de educación independentista. “Realmente la culpa no es ellos (que atienden su negocio y es normal que así lo hagan), sino de los gobiernos y los jueces que, cómplices pasivos, se lo toleran”, remataba de completar el escritor. 

Y es que han sido muchos los que han aplaudido el análisis de Pérez-Reverte, quien ha sido siempre muy crítico con los políticos y mandatarios que han ido pasando por el Gobierno de España para, de ese modo, cambiar las leyes educativas a su gusto, dejando de lado el hecho de que estamos hablando de las futuras generaciones de nuestro país.