| 29 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El "buen rollo" entre Puigdemont y Anna Gabriel nunca gusto nada a un sector mayoritario de la CUP.
El "buen rollo" entre Puigdemont y Anna Gabriel nunca gusto nada a un sector mayoritario de la CUP.

Guerra civil en la CUP: los críticos de Anna Gabriel se vengan por fugarse

Los devaneos políticos de la exportavoz antisistema con Puigdemont no gustaban nada en un sector de la formación que ahora se ha levantado en armas. La acusaban de "aburguesada".

| J.R.V España

Solamente el poder y las cuantiosas subvenciones públicas recibidas en la pasada legislatura sirvieron de amalgama a las variadas familias y corrientes que integran la llamada Candidatura de Unidad Popular (CUP).

Eso y el férreo control que de la formación tuvo siempre Anna Gabriel y su corriente Endavant, la que hizo y deshizo durante la polémica elaboración de las listas electorales del 21-D, la que fraguó los pactos con el huido Puigdemont para revalidar su investidura de nuevo y la que marcó la estrategia cupera en los últimos meses.

Todo eso es ya historia. La espantada a Suiza de Anna Gabriel, criticada en privado por una buena parte de los dirigentes de la formación anarquista por la forma y por el país elegido -uno de los referentes del capitalismo y de la banca opaca-, ha servido para que los críticos con el "amansamiento" con el PDeCAT liderado por la exportavoz  hayan dado un golpe de mano. Un golpe escenificado este fin de semana.

En la sombra de la vuelta al radicalismo más propio de la historia de este partido la protagoniza uno de los cuatro actuales parlamentarios de la formación, Vidal Aragonés. Ahora, la CUP no quiere saber nada ni de Puigdemont ni de su delfín, Jordi Sánchez; exige desobediencia al TC y quiere resucitar la república abortada por el 155. Y de paso, poner a prueba la valentía de JxCAT y ERC.

Y mientras los afines a Gabriel -cada vez menos- tratan de recaudar fondos a la desesperada para financiar la estancia de su exportavoz en Ginebra y su costosa defensa, ha llegado la hora de desenvainar viejos cuchillos. Ya lo decía Vidal Aragonés en diciembre pasado en una entrevista a un medio de referencia del anarquismo catalán.

"Hemos hecho una reflexión clara al respeto, ya en enero del 2016, cuando se presentaron los presupuestos. Nosotros hemos dicho que estos presupuestos eran antisociales. Una tercera parte de la CUP estuvimos en contra. Otros compañeros consideraron que este era el sapo que nos teníamos que tragar para hacer efectivo el referéndum", decía Aragonés en un dardo envenenado dirigido a los de Gabriel.

 

Vidal Aragonés, diputado de la CUP y nuevo hombre fuerte en la sombra de la formación anticapitalista.

 

Vidal Aragonés, verdadero cerebro del nuevo grupo parlamentario de la CUP a pesar de que la Portavocía la ostenta su cabeza de lista, Carlos Riera, es el ideólogo de un cambio de rumbo que ha dejado además descolocado a Junts per Catalunya y a Esquerra. Todo desde que Gabriel ha desaparecido de la escena política. Cabe recordar, como reveló ESdiario, que la exlíder se había garantiza una nómina pública como asesora de los parlamentarios elegidos el 21-D.

Y es que este mismo lunes, en la segunda ronda de contactos de Roger Torrent, Riera ha trasladado la nueva postura de su formación. No habrá "sí" salvo que el nuevo candidato lidere una estrategia independentista e insumisa al Estado. Un giro que salió del  Consell Polític de la CUP celebrado este  sábado y en el que los afines a Anna Gabriel quedaron en minoría.

Aragonés es abogado laboralista y profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad Autónoma de Barcelona. Es miembro de la Mesa Cívica por los Derechos Sociales.

Tradicionalmente en la CUP ha habido una guerra soterrada entre sus dos principales corrientes: Poble Lliure y Endavant. Una guerra que llegó a provocar la dimisión en junio pasado de la mitad de su ejecutiva. A esta última, de la mano de Gabriel, muchos le acusan de haberse "aburguesado". De hecho, el feeling entre Gabriel y Puigdemont nunca fue visto con buenos ojos entre las bases cuperas.