Garzón alardea de comunista defendiendo un terrorífico plan de reconstrucción

Comunista y a mucha honra. Así se presenta Alberto Garzón y da fe de ello con sus recetas económicas para la reconstrucción de la economía tras la catástrofe de la pandemia de coronavirus: 'sablazos' sin medida a través de impuestos y un confuso plan de reindustrialización que hará temblar, sin duda, a la CEOE.

"El comunismo es un movimiento político y social de transformación de la realidad que sigue teniendo vigencia. Sin él no habría democracia en España, está en el ADN de la tradición democrática de este país y me siento muy honrado de pertenecer a ello", afirma convencido el ministro de Consumo en una extensa entrevista en El Mundo. "Como economista formado en la tradición comunista entiendo la necesidad de una estructura productiva sólida y diversificada", proclama.

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El sector turístico, sin embargo, no aparece en su modelo de economía diversificada. Lo ha criticado abiertamente en las últimas semanas. En cambio, apela como ejemplo  a"las viejas experiencias del socialismo real" que "fueron capaces de entender que no se trata de distribuir la pobreza, sino de crear riqueza".

Para eso, a su juicio, es clave "un Pacto por la industria o por la industrialización" y pone de ejemplo la "experiencia reciente de industrialización de los países asiáticos", aunque alude especificamente a China. A juicio del ministro Garzón, el Gigante asiático del partido único y el expolio de las libertades públicas e individuales "demuestra que la mejor vía para mejorar las condiciones de vida de un país es no sólo la participación de las empresas tecnológicas, sino el empuje e incluso la participación del Estado".

Nacionalizaciones y subida de impuestos

Así pues, la vía de las nacionalizaciones de empresas es una de las vías que considera más prometedoras en la reconstrucción. "España debe asumir todos los instrumentos que están a disposición y tenemos la Sepi [Sociedad Estatal de Participaciones Industriales]", afirma.

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Y combinada con esta fórmula, su propuesta estrella para rebajar el déficit público, aumentar los ingresos y sostener la "fuerza productiva" del Estado es, claro está, la subida de impuestos. "Los directos que son los más justos y se pagan en función de la renta. Debería ser la columna vertebral del sistema fiscal, pero desgraciadamente en las últimas décadas han tenido cada vez peso los impuestos indirectos. Éstos los paga igual Ana Patricia Botín que una persona en desempleo y eso no es justo", sentencia.