El cargo de Podemos que estrelló su coche y huyó dimite pero no por el accidente

Estrelló su coche de alta gama en Nochevieja contra un árbol, en plena madrugada, y huyó, pero no presentó su dimisión, sino que el cargo de Podemos, Mario Herrera, siguió al frente de la Dirección General de Participación Ciudadana de La Rioja, comunidad presidida por la socialista Concha Andreu. Ahora, un mes después, deja el cargo, pero no por el accidente, sino que argumenta que se debe a la "campaña de acoso organizada por la extrema derecha", que dice lleva sufriendo desde aquella noche.

Herrera intentó escudarse entonces en el traslado a un hospital de un supuesto amigo accidentado, para saltarse las restricciones horarias impuestas por la pandemia, pero nada justifica el hecho de que abandonase el vehículo, poniendo en riesgo a otros vehículos, puesto que su coche casi invadía la calzada y el árbol sufrió un impacto lo suficientemente grande como para caerse en cualquier momento.

Un cargo de Podemos se salta el toque de queda, se estrella y huye de la escena

Sin embargo, ahora, ha decidido marcharse argumentando que vive en una situación de coacción y amenazas que supone "una muestra de fascismo y derrota de la democracia", comparando incluso su caso con el que atraviesa el vicepresidente Pablo Iglesias.

Una situación "insostenible" a pesar de que "en política, como en la vida, uno debe estar dispuesto a hacer sacrificios" pero recibir multitud de mensajes amenazantes incluso en su propio domicilio y en su lugar de trabajo, le ha empujado a tomar la decisión y a decir "basta ya".

Además, el cargo de Podemos, pretende presentar una denuncia ante la Policía por amenazas de muerte, acoso a través de carteles en el entorno de su domicilio, y alegando que, incluso, han llegado a intentar matar a sus perros.

Pero al margen de la razón que esgrime ahora para presentar su dimisión, lo cierto es que Herrera ha recibido múltiples presiones para que abandonase el cargo. De hecho, Podemos ya insistió en ello desde que ocurrió el accidente para que se marchara, al igual que el resto de formaciones políticas que no entendían cómo se podría mantener en el puesto después de un hecho así.

Tanto el PP como Ciudadanos pidieron a la presidenta regional que cesase a su director general, pero ella no quiso poner el riesgo la estabilidad de su Gobierno, ya que necesita irremediablemente a los morados para sostenerse. Pero ahora, ha sido él, presentándose como una víctima, el que ha decidido marcharse.