| 05 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Vara conversa con Page en presencia de Miquel Iceta en una reunión del PSOE
Vara conversa con Page en presencia de Miquel Iceta en una reunión del PSOE

La amenaza que "agita" Sánchez que tiene desconcertados a los barones

Muchos cuadros medios del PSOE están perplejos con la estrategia de su líder pero esa perplejidad se está tornando en indignación cuando se les pregunta por los dirigentes territoriales.

| Miguel Blasco España

La "durísima e inoportuna" entrevista del presidente extremeño, Emiliano García-Page, al Huffington Post ha sido la gota que ha colmado el vaso. Fuentes socialistas del entorno de Pedro Sánchez reconocen que la "indignación" en Ferraz  es indescriptible. Se acusa directamente a los barones de "sabotear" las campañas electorales de los candidatos en el País Vasco y Galicia, Idoia Mendia y Joaquín Fernandez Leizeaga y de "torpedear" las espectivas del PSE y el PSdG.

Según estas mismas fuentes, la indignación de los militantes de base con los barones se ha multiplicado en las dos últimas semanas y, de hecho, se esta verbalizando en las propias agrupaciones socialistas provinciales. Vía email, de propia voz y mediante llamadas telefónicas, los afiliados y simpatizantes  -sobre todo en el País Vasco y Galicia- están manifestando su estupor por la actitud de dirigentes territoriales como Guillermo Fernandez Vara, Susana Díaz y Emiliano García-Page.

Ferraz no ocultó su malestar cuando Vara vino hace unos días a denunciar la falta de libertad de expresión en la cúpula de Sánchez. "Y lo hizo en una rueda de prensa convocada bajo su libre albedrío", se asegura desde el equipo del secretario general. Se discute también la actitud de la presidenta andaluza de reconocer ante los periodistas, este mismo jueves, su desconocimiento absoluto de las intenciones y del orden del día del Comité Federal del próximo 1 de octubre.

Pero las declaraciones de García-Page, en plena recta final de la campaña electoral del 25-S, han provocado un enfado monumental en el equipo de Sánchez por que se consideran una declaración de guerra en toda regla. En especial sus referencias a "quemar Ferraz", la "criminalización" de los barones o a los "confesionarios", en referencia a las reuniones que tras el 26-J Sánchez mantuvo con sus presidentes autonómicos y líderes territoriales.

El líder socialista y su equipo creen contar con el apoyo cerrado y unánime de los militantes de base respecto al "no" a Rajoy y también con la indignación de las bases con la actitud de dirigentes vinculados a la vieja guardia. Incluso se recuerda que Díaz, Vara y Page son dirigentes patrocinados por viejas glorias del PSOE como José Antonio Griñan, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Bono, respectivamente.

Pero Sánchez cree que las nuevas bases del PSOE están con él y con su propuesta de acercamiento a Podemos. Y, como adelanto hace semanas ESdiario, cada día cobra más fuerza la amenaza de convocar una consulta para que la militancia decidan entre la abstención para que Rajoy sea investido o el "gobierno del cambio". Un escenario que a los barones les provoca terror.

Otro de los temores que comienza a calar entre los dirigentes territoriales es que Sánchez adelante el Congreso Federal pendiente convocando previamente las primarias para la secretaría general el 23 de octubre, antes de las hipotéticas terceras elecciones. De esta forma, el Congreso podría celebrarse el primer fin de semana de diciembre. Así, Sanchez dejaría sin tiempo a sus críticos para articular una candidatura alternativa.

Ante esta posible maniobra de Ferraz, los presidentes de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y Aragón, Javier Lambán, han avisado este viernes a Sánchez de que sería incoherente e irresponsable desdecirse del compromiso que adquirieron los socialistas en abril para no celebrar ese cónclave hasta que no haya gobierno.