Ignorar la realidad: la estrategia de Sánchez ante su "semana horrible"

Pedro Sánchez es el presidente más débil de la democracia y eso ha quedado patente en la semana horrible del Gobierno de coalición, en la que ha optado por la estrategia del avestruz: ignorar la realidad.

Dicen en Moncloa que Unidas Podemos se va a despeñar en las elecciones municipales y autonómicas del 28-M. Confían en que eso resuelva los problemas de Sánchez.

Mientras PSOE y Podemos se despellejaban literalmente en el Congreso a costa de la reforma de la ley del solo sí es sí, Sánchez se dedicaba a poner un café junto a Begoña a mujeres directivas de empresas.

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Mientras el Tito Berni y el mediador destrozan la reputación del PSOE y de su grupo parlamentario, Sánchez permanece impávido, como si no existiera. Él, a lo suyo, se graba otro vídeo propagandístico más con mujeres rurales. Así llaman los progres urbanitas a las mujeres del campo español, a las mujeres de nuestros pueblos: "rurales"

Tras su visita "sorpresa" a un pueblo, este viernes Sánchez ha repetido la estrategia del selfie.

No es una víctima de una situación creada, es lo que él mismo ha elegido. Tras las últimas elecciones decidió que no había línea roja en el mundo capaz de apartarle de la Moncloa. Y actuó en consecuencia, contra sus propias promesas y contra la decencia política. Pactó con Unidas Podemos un Gobierno de coalición disparatado que iba a estar sustentado por los amigos de Pablo Iglesias: golpistas de ERC y fillet atrás de Bildu.

Ese es el camino que Sánchez eligió y el que le ha llevado hasta la nefasta ley del solo sí es sí, hasta la rebaja del delito de malversación y la supresión del de sedición. Él solo se ha metido en ese lío y él, por tanto, es el máximo responsable de lo que está pasando.

Mientras el Tito Berni y el mediador destrozan la reputación del PSOE y de su grupo parlamentario, Sánchez permanece impávido, como si no existiera. Él, a lo suyo, se graba otro vídeo propagandístico más con mujeres rurales.

Dicen en Moncloa que Unidas Podemos se va a despeñar en las elecciones municipales y autonómicas del 28-M. Confían en que eso resuelva los problemas de Sánchez. Sí esa caída electoral se cumple quizás el presidente se vería con fuerzas y argumentos para sacar a los podemitas del Consejo de Ministros y gobernar en solitario el resto de la legislatura, hasta diciembre.

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Eso, desde luego, explica su estrategia de no moverse, de ignorar lo que está pasando a la espera de que el tiempo y las urnas resuelvan su principal problema.

Parece demasiado optimista y un tanto miope la estrategia, pero aún suponiendo que le saliera bien, el único beneficio sería para él, no para España. El daño ya está hecho y en casos como el del solo sí es sí no tiene arreglo.