| 26 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pablo Iglesias, durante el programa en la Ser
Pablo Iglesias, durante el programa en la Ser

La despectiva respuesta de Iglesias sobre acostarse con una mujer "de derechas"

El líder de Podemos acude a un programa de radio y él y presentadores como Quique Peinado se ríen de las mujeres conservadoras especulando sobre relaciones sexuales con ellas.

| Camilo Novo / Yolanda Lorenzo España

Las frases de Iglesias y Peinado más despectivas, a partir del minuto 36:30

 

La escena tuvo lugar hace unas horas, pero no ha llamado la atención hasta este domingo. Ocurrió en la madrugada del viernes en el programa "Buenismo bien", presentado en la Cadena Ser por Quique Peinado, Manuel Burque y Henar Álvarez, con Pablo Iglesias de invitado.

El espacio, supuestamente cómico,  albergó una entrevista al candidato de Podemos en la Comunidad de Madrid que incluyó un cuestionario de preguntas personales lanzadas por la presentadora, todas de carácter íntimo o alejado de la política. Las respuestas del invitado podían ser de dos tipos: o extenderse con explicaciones o, en el caso de responder afirmativamente pero no querer detallarlo, beberse un chupito para atestiguarlo.

Y eso hizo Pablo Iglesias cuando Henar Álvarez, entre risas, le preguntó: "Yo nunca he pensado 'melafo' de alguien de derechas". El líder de Podemos sonrió, gesticuló, se bebió el vaso, de agua para la ocasión y aceptó que era cierto pero justificándose de manera despectiva: "Fui joven".

En ese momento, Quique Peinado añadió una frase más denigrante: "Yo lo he pensado pero luego no ejecuto, porque mi formación me lo impide". "Yo creo que tampoco he llegado a ejecutar", añadió Henar Álvarez, entre risas de sus compañeros, que aludieron en tono peyorativo a un "madero" para referirse a un policía nacional que al parecer mantuvo algún tipo de relación con ella.

 

En el programa en la cadena más oída de España también hubo tiempo para que Iglesias reivindicara el comunismo, aunque bromeó diciendo que a él le veían como un "socialdemocratilla de mierda"; para apoyar los tuits más agresivos de Pablo Echenique y, entre otras cosas, para atacar a la periodista Ana Rosa Quintana, acusándola de hacer publicidad diaria de VOX.

Comentarios machistas constantes

El candidato de Podemos acumula un sinfín de escenas que, según los parámetros que impone su propia pareja desde el Ministerio de Igualdad, entrarían de lleno en el epígrafe del machismo o incluso del acoso sexual. 

Incluso llegó a protagonizar, al menos según el discurso de Irene Montero, algunos casos en público. Para la titular del Ministerio quizá más ideológico del Gobierno, constituyen casos de acoso sexual las miradas insinuantes, los comentarios lascivos e incluso los mensajes sexistas en las redes y cualquier soporte de comunicación.

La conversación entre Iglesias y Peinado sobre el sexo con mujeres de derechas terminó denigrándolas

Así lo ha contemplado en la encuesta sobre la Violencia contra la Mujer, presentada el pasado septiembre, que el Ministerio de Igualdad ha hecho pública para denunciar que, en España, tres de cada cuatro mujeres sufren acoso sexual, considerando como tales comportamientos calcados a los que Pablo Iglesias ha tenido en varias ocasiones.

La más famosa es su "célebre" comentario en un canal de Telegram con dirigentes de Podemos contra la periodista Mariló Montero, entonces presentadora de "Las Mañanas de TVE", ante la que mostró su deseo de "azotarla hasta sangrar". En ese mismo canal, el propio vicepresidente segundo se refería a sí mismo como "macho alfa".

Pero aún hubo un caso más contundente, por la difusión lograda al exponerse en público, que con los baremos impuestos por Irene Montero serían considerados claramente un ejemplo de acoso sexual. Con una protagonista bien conocida: la ahora portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre.

La "lujuria"

Ocurrió hace unos años, cuando Iglesias era presentador de La Tuerka, aún no era cargo público, y Maestre intentaba dedicarse a la televisión como reportera. En su estreno en las pantallas, la concejala madrileña acudió a la ínclita Facultad de Políticas de la Universidad Complutense, semillero de Podemos, a hacer un reportaje a la mayor gloria del propio Iglesias.

"Para miradas lujuriosas Rita, las que tú despiertas allá donde vas", dijo Iglesias mirando a pantalla con una sonrisa al recuperar la conexión después de que Maestre le preguntara a una estudiante si su entonces jefe le despertaba la lujuria.

 

 

El comentario del líder de Podemos alimenta su polémica trayectoria en el ámbito de comentarios machistas o sexistas que se confrontan, de manera directa, con la política que quiere implantar su propia pareja, en la que la persecución de frases o comportamientos como los de Iglesias son perseguidos.

La respuesta a alguno de ellos ha venido de las propias filas feministas, y no hace mucho. Así, cuando se conoció la explicación del vicepresidente segundo sobre por qué se había guardado la tarjeta SIM privada de Dina Bousselham mientras denunciaba su robo, él dijo que lo hacía para "protegerla", obteniendo una durísima réplica.

"Es un machista"

Nuria González, presidenta de la Asociación Feminista l’Escola, no se mordió la lengua al calificarlas en Todo es Mentira, el espacio de Risto Mejide: "Son unas declaraciones machistas y bastante patéticas", señaló, para después añadir que "esto no es nada nuevo viniendo de Pablo Iglesias y de Podemos".

 

Según la activista, Iglesias es un "ferviente defensor de la pornografía"  y "un machista redomado, un machista que se comporta como tal cada vez que le sale". En mayo de ese mismo año también fue acusado de sexista al despreciar a la periodista Mónica Carrillo durante una entrevista que ella y Matías Prats le hicieron en directo en Antena 3: ni la saludó ni se despidió de ella, todo lo contrario que con el célebre presentador.

Pero lo ocurrido en la Cadena Ser de madrugada no tiene precedentes: no se conoce caso de un político de PP, Ciudadanos o VOX que haya entrado en el juego de bromear con el sexo de mujeres de izquierdas para, además, denigrarlas.