El peaje que paga Sánchez a Bildu: dos etarras más, cerca del País Vasco

El precio que paga Pedro Sánchez por tener al lado a EH Bildu en la investidura tiene nombre propio, y es el de los presos de la banda terrorista ETA que poco a poco van mejorando sus condiciones en prisión y van siendo acercados a cárceles más próximas a sus familiares.

Justo cuando se acaba de cerrar el acuerdo con el PNV y Otegi ha dejado en manos de sus bases un apoyo que ya es casi manifiesto, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha dispuesto acercar desde la prisión de Alicante a la de Asturias al histórico dirigente de ETA José María Arregui Erostarbe, alias Fiti, y ha acordado también conceder la progresión del tercer grado para el etarra Gorka Fraile Iturralde.

La Audiencia Nacional condenó en 2002 a Fiti, considerado experto en explosivos de ETA, y al jefe etarra Francisco Mujika, Pakito, a 743 años de cárcel cada uno como cooperadores necesarios en el atentado contra un autobús militar en Zaragoza en 1987, en el que hubo dos muertos, Ángel Ramos Saavedra y Manuel Rivera Sánchez, y 28 heridos.

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 En 2007, Fiti también fue condenado a 26 años y 8 meses de cárcel por el intento de asesinato del comisario general de la Expo-92 de Sevilla, Manuel Olivencia, en 1990, mediante el envío de un paquete-bomba que terminó causando heridas a dos empleados de la organización.

El organismo dependiente del Ministerio del Interior ha justificado la decisión en que el preso "ha pedido perdón por el daño causado". Fiti ingresó en prisión en España en noviembre de 2000 y cumple una condena de 30 años por los delitos de terrorismo, asesinato, amenaza y lesiones. Fue detenido el 29 de marzo de 1992 en  Bidart donde se asestó el primer golpe a la cúpula de ETA formada por éste, Francisco Múgica Garmendia, Pakito, y José Luis Álvarez Santacristina, Txelis.

Por su parte, Instituciones Penitenciarias ha resuelto la progresión a tercer grado o régimen de semilibertad del interno Gorka Fraile Iturralde. Fraile ingresó en prisión en abril de 1998 y cumple una condena de 25 años por los delitos de estragos, tenencia de explosivos y depósito de armas.

Sin contar estas dos últimas decisiones, el Ministerio del Interior ha autorizado desde que Fernando Grande-Marlaska es titular de esta cartera que 28 presos de la banda terrorista ETA dejen de estar clasificados en el régimen más duro al progresarlos del primer al segundo grado y ha autorizado 27 acercamientos, según datos recopilados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

Por su parte, la misma AVT ha mostrado su "malestar" por la decisión del Ministerio y considera que Fiti "no es cualquier preso y que el simbolismo que tiene para el colectivo de presos es importante", lo que les hace "sospechar que no es casualidad que justo se produzca cuando están negociando los apoyos para la investidura y cuando EH Bildu ya ha anunciado que se abstendrá para facilitar la investidura de Sánchez".