| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Baltasar Garzón, en una conferencia reciente.
Baltasar Garzón, en una conferencia reciente.

Baltasar Garzón mueve el avispero de jueces y fiscales y ultima su gran venganza

Le ayudan un grupo de fieles y amigos íntimos, como el juez de la Audiencia Nacional y del caso Gürtel José Ricardo de Prada y el abogado y exalto cargo del PSOE José Mariano Benítez de Lugo

| Miguel Blasco España

¿Puede ser Baltasar Garzón el próximo alcalde de Madrid? Dicen quienes han hablado con él en los últimos tres meses que está eufórico. Que se pavonea en privado y en público -lo ha hecho recientemente en televisión- del cerco judicial al PP y de la citación "presencial" de Mariano Rajoy ante el tribunal del caso Gürtel, la misma trama de presunta corrupción que él comenzó a investigar desde el Juzgado Central 5 de la Audiencia Nacional hasta que el Tribunal Supremo le expulsó de la carrera por un delito de prevaricación.

Ayudado por un grupo de fieles y amigos íntimos, como el abogado y exalto cargo del PSOE José Mariano Benítez de Lugo, y el magistrado de la Audiencia Nacional y juez del caso Gürtel José Ricardo de Prada, Garzón se felicita ante los suyos de estar cobrándose la venganza contra quien siempre consideró su "enemigo": el PP

A Garzón le faltó tiempo este miércoles para aprovechar el caso Moiz contra el fiscal general: Maza pidió una condena contra elexjuez por prevaricación dolosa

Como presidente de la Asociación de Abogados Demócratas de Europa (ADADE), Benítez de Lugo consiguió, como acusación popular, que el presidente del Gobierno fuera llamado como testigo en el juicio que se celebra sobre la primera parte de la trama liderada por Francisco Correa. Por su parte, De Prada ha sido determinante para que Rajoy no pudiera declarar por videoconferencia y tenga que ser sometido el próximo 26 de julio a la pena de telediario.

Pero mientras Garzón mueve los hilos contra el PP y sus dirigentes, según ha sabido ESdiario, prepara su salto a la política, su regreso tras su abrupta salida del PSOE después de que Felipe González lo fichara en 1993 como emblema contra la corrupción que asolaba al Gobierno socialista.

Ganemos, la plataforma de Izquierda Unida en Madrid integrada en Ahora Madrid y en guerra abierta contra Manuela Carmena, piensa en él como candidato a la Alcaldía de la capital en 2019. Su nombre circula ya en sondeos informales entre las bases de la coalición pero incluso Pablo Iglesias ha reconocido que sería un magnífico candidato.

De hecho, en los últimos meses el exjuez ha multiplicado sus apariciones públicas. La última, este mismo miércoles, durante una conferencia en Bruselas, Garzón asumió el discurso de Podemos al asegurar que la entrada en política de nuevos partidos "debería favorecer" la transparencia y la lucha contra la corrupción.

Dos de sus amigos íntimos, el abogado Benítez de Lugo y el juez De Prada, son los responsables del cerco judicial contra Rajoy

Y aprovechó para arremeter con otros tres de sus enemigos íntimos: el ya exfiscal Anticorrupción, Manuel Moix; el fiscal general del Estado, José Manuel Maza; y el ministro de Justicia, Rafael Catalá. Cabe recordar que Maza fue uno de los magistrados del Supremo que juzgó a Garzón por su causa sobre los crímenes del franquismo y exigió su condena por "prevaricación dolosa".

Además, el pasado 19 de abril, Garzón presentó junto al excoordinador general de IU, Gaspar Llamazares, una nueva plataforma llamada Actúa con la que no descartó presentarse a las elecciones. En ese mismo acto, reclamó a PSOE y Podemos que presentaran una moción conjunta de censura contra Rajoy.

Ya en octubre pasado, el exjuez fue uno de los impulsores de un manifiesto para exigir un "gobierno de progreso" formado por PSOE, Podemos y Ciudadanos para "desalojar" al PP del Gobierno.

Ahora, según las fuentes consultadas por este diario, prepara un nuevo viaje de ida y vuelta. Abrazó al PSOE en los noventa, regresó a su juzgado para tratar de encarcelar a Felipe González y ahora, expulsado de la carrera, se arrima al populismo contra su gran obsesión: el PP.