| 29 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pablo Iglesias
Pablo Iglesias

Iglesias recurre a Moncloa para saber si le espiaron pese a su ataque continuo

El exvicepresidente del Gobierno pidió su móvil oficial para comprobar por su cuenta si fue infectado pero Moncloa se lo impidió al haber borrado todos los datos “de fábrica”

| Miguel Centeno España

Nuevo capítulo en la polémica del espionaje a políticos con el software espía “Pegasus”. Después de varias semanas de críticas constantes a la gestión del Ejecutivo, sobre todo a la parte socialista del Gobierno, Pablo Iglesias ha apartado un instante sus opiniones y ha confesado que pidió a Moncloa su móvil oficial de cuando formaba parte del Gobierno hasta marzo de 2021.

De este modo, el exvicepresidente del Gobierno trató de conocer si pudo ser, junto a Sánchez, Robles y Marlaska, uno de los miembros del Ejecutivo que fue espiado, pero Moncloa le ha parado los pies. Y es que, es imposible comprobarlo dado que el terminal móvil fue reseteado tras dejar su cargo ejecutivo. O eso es lo que han confirmado fuentes del entorno de Iglesias a la agencia Europa Press.

De este modo, Iglesias decidió tratar de esclarecer él mismo si fue espiado o no a raíz de las primeras informaciones sobre cargos del Ejecutivo que sufrieron hackeas con Pegasus. Delegaría estas funciones para comunicarse con Moncloa en su partido, Podemos, para aclarar si su teléfono móvil en esa etapa podría haber sido infectado y si era posible revisarlo para despejar esa inquietud. 

El motivo por el que no ha sido posible revisarlo era, según estas fuentes, que Moncloa aplicó el protocolo habitual cuando se deja el cargo gubernamental, que en el caso de Iglesias fue a finales de marzo de 2021, en el que, una vez entregado el móvil, se procede a su reseteo y la vuelta a la configuración original de fábrica del terminal.

De esta forma, el Ejecutivo explicó en su respuesta a esta consulta que los técnicos corroboraron que, si se realizara una chequeo forense del teléfono que usó Iglesias en su etapa de vicepresidente, no se podría obtener ninguna información sobre una posible infección por Pegasus.

Este movimiento de Iglesias, sin embargo, revela su inquietud y desconfianza, ya que podría sospechar que fue espiado y que no tiene posibilidad de cotejarlo, ya que no tiene acceso al móvil oficial que usaba cuando pertenecía al Ejecutivo. 

Un hecho que, por otro lado, es incongruente con sus propias acciones, ya que mantiene un ataque constante al Gobierno desde que se destaparon los casos de espionaje por el medio The New Yorker, especialmente hacia la parte socialista del Gobierno, con la ministra de Defensa Margarita Robles a la cabeza. En su podcast "La base" ha deja ver en numerosas ocasiones que deberían de haber dimisiones en el Gobierno por este caso, y hasta que España no es una democracia por polémicas de este estilo.

Sánchez, Robles y Marlaska, los únicos espiados por el momento

En el caso de Iglesias no ha logrado que su móvil fuese investigado para ver si hubo algún tipo de espionaje, pero el resto de miembros del Gobierno actual sí que han entregado sus teléfonos móviles para comprobar si han sido infectados en algún momento con Pegasus. 

El Gobierno ha informado que los ataques con Pegasus afectaron, hasta el momento, a Sánchez, con la extracción de 2,6 gigas y 130 megas de datos del terminal, a la ministra de Defensa, Margarita Robles (con 9 megas de datos robados) y al titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien se sustrajo más de seis gigas de su móvil.

Sánchez en el Congreso este miércoles: "Es evidente que ha habido un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno"

Por su parte, el ministro de Agricultura, Luis Planas, sufrió un intento fallido de hackeo mediante este programa. En todos los casos las infecciones se produjeron entre mayor y junio del año pasado, cuando el Ejecutivo gestionó la crisis migratoria en Ceuta y también comunicó los indultos a los políticos catalanes por el referéndum del 1-O.

Ayer y durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, el presidente aseguró un día después de la destitución (o como prefiere llamarlo el Gobierno, "sustitución") de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, que era "evidente que ha habido un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno”. Por otro lado, el presidente del grupo parlamentario confederal, Jaume Asens, reclamó este jueves al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que el Gobierno se comprometiera a no usar nunca más el programa Pegasus.