| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez, en la última reunión de la ejecutiva socialista en Ferraz.
Pedro Sánchez, en la última reunión de la ejecutiva socialista en Ferraz.

Sánchez veta personalmente los nombres de las delegaciones al Congreso del PSOE

Ferraz quieren un Congreso Federal sin disensos. “Aquí se viene a aplaudir”, señala un miembro de la dirección sanchista. Pero las maneras de la dirección enfadan en muchas federaciones.

| Eloísa Sánchez Bolinaga España

Los socialistas celebran en semanas su Congreso Federal en el que la Ejecutiva saliente ya está designada por Pedro Sánchez sin debate alguno. Quieren un Congreso sin disensos. “Aquí se viene a aplaudir”, señala un miembro de Ferraz según un conocido político de la federación de Aragón.

Efectivamente, tachan nombres de las listas que les envían desde las regiones con el fin de que no haya una sola voz crítica en un Congreso que se celebrará en Valencia. En unas regiones más que otras. La federación madrileña es un claro caso de organización intervenida.

El PSOE de Madrid: gestora con más pena que gloria

Tras liquidar al anterior secretario general de los socialistas madrileños y exdelegado del Gobierno, José Manuel Franco, Pedro Sánchez encomendó a su siempre fiel Isaura Leal, esposa del presidente de Correos, y a su mano derecha en Moncloa, Fran Martín, llevar una delegación tranquila al Congreso de Valencia.

El propio Francisco Martín es un hombre oscuro que ha sabido crecer en la Administración a la sombra de la empresa pública Tragsa. Desconocido en el mundo de la política, Sánchez se lo llevó a la Moncloa convirtiéndolo, de facto, en la actual mano derecha del presidente del Gobierno.

La ocurrencia fue cuando Sánchez puso a Martín a ordenar el PSOE de Madrid sin tener la menor idea de nada que tuviera algo que ver con los socialistas madrileños. “Es un desconocido, no ha sido nada en la política madrileña”, señalan desde la UGT.

Pero Sánchez liquida por la espalda. Primero humilló a un sumiso José Manuel Franco. Luego colocó a Isaura Leal -una profesional de las gestoras (preside también la de Huelva)- como presidenta también de la gestora de Madrid. Posteriormente impuso a su hombre gris, el perfil más bajo que jamás haya tenido el PSM, Fran Martín. Éste, precisamente, era el que tenía que llevar la organización de los socialistas madrileños en el Congreso Federal a buen puerto para los intereses de Sánchez.

Para ello Sánchez ideó un sistema para designar las delegaciones al Congreso Federal del PSOE tan perverso como antidemocrático. Primero se elige un cabeza de delegación y luego éste pone a quien quiere. Literalmente: a quien le venga en gana. Lista que no será refrendada por los militantes dado que hay una sola. “Insólito”, señala un viejo diputado.

Así, el hombre de Sánchez, Fran Martín, se reunió con todos y cada uno de los hombres y mujeres fuertes de la federación madrileña. A todos les prometió no vetar a nadie y tener en cuenta en la medida de lo posible los nombres que le dieran. La idea era que hubiera una sola lista, encabezada por él, y evitar la participación de los militantes.

Carmen López, una histórica de UGT al purgatorio

La primera en caer fue Carmen López, una histórica de la Unión General de Trabajadores, segura tras un acuerdo con Ferraz para ir en las listas. Sin embargo, una vez que ésta apoyó a Fran para que hubiera una lista única, el de Tragsa la borró inmediatamente.

¿Por qué? Aunque parezca inverosímil es el propio Sánchez el que revisa uno por uno los miembros que irán al Congreso. No quiere que nadie le alce la voz. Un congreso a la búlgara al que se va a aplaudir, no a debatir.

 

Sánchez, en un acto de la campaña del PSOE madrileño para el 4-M junto a Ángel Gabilondo.

 

Para entendernos, la cosa es del siguiente modo. La lista la redacta Isaura Leal siendo Fran Martín, su número dos, un simple hombre de paja. Un segundo filtro se llama Adriana Lastra, que ya está elegida como próxima secretaria de Organización sin que se haya celebrado aún el Congreso. La lista, en tercer lugar, llega al equipo de Moncloa, la lee Sánchez y, como un César, tacha nombres a diestro y siniestro.

Pero Carmen López ni siquiera pasó el primer filtro. “Mala enemiga se han echado”, declara una alcaldesa de un municipio de Madrid. Carmen se rebeló contra la imposición de Sánchez (Lobato) y se ha adherido a su alcalde de referencia: Javier Ayala. Ahora está en campaña total.

Carmona: el peligro de la alternativa a Sánchez

Sánchez no quiere al profesor de Economía Antonio Miguel Carmona visibilizándose como alternativa a una previsible derrota dentro de dos años. El excandidato a alcalde de Madrid, bien lo sabemos en Esdiario, es capaz de echar veneno y demagogia contra la derecha. Su soberbia le convierten en insoportable. Para propios y ajenos.

Sin embargo, en 2015, en el peor momento del PSOE, Carmona sostuvo al PSOE de Madrid con un número significativo de concejales. Renunció a ser alcalde y dos meses después Pedro Sánchez logró en la ciudad el peor resultado de su historia. Y no digamos Pepu Hernández, que hundió definitivamente el partido, en el mejor momento de éste cuatro años después.

“El error de Sánchez fue no permitir que el PSOE gobernara con Carmena. El tándem Carmona-Carmena hubiese sido demoledor. Ahora estaríamos gobernando”, declara uno de los actuales concejales del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid.

Carmona es el líder madrileño mejor valorado en las encuestas y ha ganado todas las primarias a las que se ha presentado. De hecho, tras ganar las primarias a senador, Sánchez decidió no respetar la decisión de los militantes y ofrecerle un puesto que el madrileño rechazó.

Así, el Federal aceptó meter una decena de partidarios de Carmona, pero sin Carmona. “Antonio Miguel Carmona sólo quiere ser militante de base” –declara un miembro de la plataforma de Ayala que dice conocerle bien-. “Una persona que se rifan las empresas privadas no querrá nunca formar parte del proyecto de Sánchez”.

El alcalde de Fuentidueña de Tajo deja el PSOE

¿Cuál es el resultado del trabajo de la Gestora?: el PSOE pierde Fuentidueña de Tajo, uno de sus ayuntamientos más representativos

José Antonio Domínguez, alcalde de Fuentidueña de Tajo también pactó ir en las listas. No había duda. Junto con El Atazar, Fuentidueña era uno de los dos únicos municipios de la Comunidad de Madrid en el que había ganado el PSOE tras el ciclón Ayuso.

Sin embargo, tras observar que Domínguez se había alineado con Javier Ayala en contra de los criterios del Federal, Fran Martín lo tachó de la lista. La Gestora menos eficaz de la historia del PSM, no podía esperarse la reacción del edil.

La noticia corrió como la pólvora: José Antonio Domínguez, alcalde socialista de Fuentidueña de Tajo se daba de baja del partido “por discrepancias con la Gestora” y “por no ser imparcial en el proceso de primarias del PSOE-M”, declaró a este periódico.

La Gestora había dividido por dos los ayuntamientos en los que había ganado el PSOE. Un PSOE de Madrid donde se viene produciendo un incesante goteo de bajas de militantes sin que nadie le ponga remedio.

Lobato versus Ayala

Pero tras el Congreso Federal vendrá el Congreso Regional. Y ya hay tres candidatos. El enfrentamiento entre Javier Ayala –alcalde de Fuenlabrada- y Juan Lobato –exalcalde de Soto del Real-, se ha convertido en un choque de trenes.

Ayala defiende un socialismo clásico defensor de la escuela pública. Lobato es más partidario de lo que se ha venido en llamar social-liberalismo partidario además de la enseñanza concertada. Una cuestión que está decantando las posiciones internas en una nueva lucha fratricida en el seno de la antigua FSM.

Juan Lobato es el candidato del sanchismo. Oficialista, joven y brillante, fue derrotado de forma abultada por José Manuel Franco en el anterior congreso de los socialistas madrileños. Lejos de amilanarse, sabedor que sin acercarse a Sánchez nada tendría que hacer, fue designado por el dedo divino para volver a ser diputado regional, sin que por primera vez en el PSOE de Madrid mediara votación alguna.

El mismo dedo divino monclovita que le apoya ahora como secretario general tras pactar con él que la actual delegada del Gobierno, Mercedes González, sería candidata a alcaldesa de Madrid. González salió escopetada en la Cadena SER diciendo que le quería mucho.

Javier Ayala, sin embargo, es el típico socialista del Sur de Madrid. Un izquierdista comprometido, próximo a los sindicatos, con apoyo de alcaldesas de grandes ciudades como Alcorcón o Getafe. Heredero de los grandes alcaldes de Fuenlabrada –Manuel de la Rocha, José Quintana o Manuel Robles-, tiene en su activo ser la izquierda de la región y arrasar cada vez que se presenta en su ciudad.

Su posición segura en Fuenlabrada le lleva a rebelarse frente a los dedos divinos y demandar autonomía para la federación madrileña y democracia interna frente a imposiciones y pactos impropios. Asegura que no será candidato a la Comunidad de Madrid.

Y entremedias una mujer: Eva Llarandi. Conocida por su faceta televisiva, concejala de Paracuellos y profesional de prestigio. Es la tercera vía que puede que logre que ninguno de los dos anteriores logre más del cincuenta por ciento de los votos que evitara una segunda vuelta.

No faltan precandidatos cuyo único propósito es pactar un puestecito. Siempre ocurre. Son como fuegos artificiales que salen disparados anunciando a bombo y platillo una alternativa e, inmediatamente, pactan con uno de los candidatos. Es el caso de Eduardo Ranz o José Antonio Díaz, ambos sin apenas apoyos, pero que ya han anunciado que se suman a uno de los candidatos.