| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez y Yolanda Díaz dialogando en el Congreso de los Diputados
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz dialogando en el Congreso de los Diputados

Sánchez desacredita a Díaz: quería prohibir trabajar más de 1000 veces al año

Yolanda Díaz anunció el pasado miércoles la prohibición de trabajar al aire libre cuando la AEMET active la alerta naranja o roja. Un imposible que hasta Pedro Sánchez desautorizó.

| Hugo Pereira España

Si por algo destaca el Gobierno de Pedro Sánchez es por nunca dejarnos de sorprender con sus anuncios, más en campaña electoral. La última propuesta de Yolanda Díaz, que anunció con inmenso ímpetu desde un mitin en Alcorcón el pasado miércoles, radica en prohibir a las empresas con trabajadores al aire libre que ejerzan su actividad -incluso si mantienen las medidas de seguridad laboral oportunas- cuando la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) active la alerta naranja o roja debido a las altas temperaturas. En otras palabras, que cuando haga mucho calor, aunque la empresa garantice condiciones idóneas a sus trabajadores al aire libre y no tengan enfermedades de riesgo, tienen que dejar de trabajar porque estará prohibido hacerlo.

La medida, ciertamente, le duró poco a Yolanda Díaz. No se la han comprado tan siquiera el resto de miembros del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Si el miércoles la vicepresidenta segunda del Gobierno anunciaba la aprobación de tal medida de seguridad laboral, el jueves en el Consejo de Ministros se aprobaron otras tantas que casi nada tienen que ver con lo deseado por Yolanda Díaz. Y menos mal. Porque no era, para nada, chulísima, como diría la Ministra.

 

Para empezar, si se hubiera aprobado lo propuesto por la también Ministra de Trabajo, esto es, prohibir la actividad laboral a aquellas empresas que cuenten con trabajadores al aire libre -limpieza, construcción, campo, montaje de infraestructuras…- cuando la AEMET active una alerta naranja o roja, muchos empleados deberían dejar de trabajar más de 1000 veces en un año.

Y es que ESdiario ha tenido acceso a un informe de la Agencia Estatal de Meteorología que identifica un total de 1084 alertas naranjas y rojas en el pasado año 2022. Concretamente, documentan los avisos de nivel naranja y rojo de temperaturas máximas por CCAA durante los meses en los que hubo avisos -de mayo a septiembre-.

 

Por tanto, si se llegara a aprobar en el Consejo de Ministros la idea de Yolanda Díaz, un buen número de empresas deberían paralizar -total o parcialmente- casi 1100 veces entre mayo y septiembre, en múltiples puntos de España, su actividad laboral, aun pudiendo garantizar la seguridad de sus trabajadores al aire libre -trabajando en la sombra, con hidratación, con ropa adecuada, sin enfermedades de riesgo y demás medidas de prevención-.

 

En todo caso, lo aprobado el pasado jueves por el Gobierno en materia de prevención de riesgos laborales para este año 2023 se resume, finalmente, en reforzar las obligaciones de las empresas a la hora de prevenir riesgos laborales. Para ello, deberán actualizar sus planes de evaluaciones de riesgos y contemplar, de manera específica, los picos de calor y su respuesta a ellos para minimizar cualquier peligro para la salud del trabajador.

Tal novedad puede, por tanto, llegar a implicar la detención de la actividad laboral -en algún momento del día- si se detecta que la empresa no puede garantizar las correctas condiciones laborales a sus trabajadores estén o no al aire libre. Pero, contrariamente a lo propuesto y deseado por Yolanda Díaz, ninguna empresa deberá detener su actividad por el mero hecho de que la AEMET active una alerta naranja o roja.

 

En conclusión, serán las propias empresas las encargadas de detener la actividad laboral -o no- de sus trabajadores durante las olas de calor. El Gobierno, sin embargo, responsabilizará siempre a las corporaciones si durante la jornada laboral -y bajo su evaluación de riesgos- se produce algún accidente relacionado con las temperaturas. 

Tan descabellada era, en suma, la propuesta de Yolanda Díaz que no se la aceptaron ni sus propios compañeros de Consejo de Ministros. Quedó completamente desacreditada.