Los privilegios de Montero van a más: niñeras y sala de juegos en el Ministerio

El escándalo por 'empleo' de la asesora de Igualdad, Teresa Arévalo, como niñera de los hijos de Irene Montero va a más. Los privilegios de los que goza la ministra podrían no solo quedarse en eso, sino que también ha remodelado una oficina del Ministerio para utilizarse como "sala de juegos" para sus hijos y utiliza a otra de sus asesoras para estos menesteres.

Al parecer, desde que Montero llegó Igualdad, en enero de 2020, se trasladó el despacho de su secretaria, contiguo al de la ministra, a la otra punta de la planta, tal y como ha desvelado La Razón, para utilizar este como una sala especial para el cuidado de sus hijos, aunque solo lo utiliza para la más pequeña.

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 En él, se ha apartado el mobiliario, se han tapado enchufes y se extiende una manta en el suelo para la que juegue la niña y a pesar de la pandemia, y de las recomendaciones del teletrabajo, la ministra sigue llevando a su hija a la sede del Ministerio. Junto a ella, también lo hace, la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Noelia Vera, que tuvo una niña nacida hace pocos meses.

Así, las acusaciones lanzadas por la exabogada de Podemos, Mónica Carmona, parece que no son solo cosa del pasado, ya que en su escrito enviado al juez Escalonilla, que instruye el llamado 'caso Neurona', se refería a que Montero utilizaba en el año 2019 a "una persona a sueldo del partido" para cuidar de sus hijos, sino que sigue ocurriendo a día de hoy.

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Además, Podemos ha remitido un escrito al juez en el no niega las acusaciones, sino que pide que simplemente pide que no se investiguen puesto que se trata de "cuestiones de índole personal que nada tienen que ver con el presente procedimiento", a pesar de que la portavoz morada, Isa Serra, asegurase en una entrevista que no era más que "otra invención" para atacar a Podemos.

Más "niñeras"

Sin embargo, según La Razón, Teresa Arévalo no sería la única persona del Ministerio encargada del cuidado de los niños de la ministra, sino que "otra asesora" haría lo mismo cuando Montero se encuentra en alguna reunión y cuando la niña llora o tiene que comer, la avisa para que acuda.

De esta manera, los privilegios de los que goza la ministra parecen no tener fin. Asesoras que cobran más de 50.000 euros anuales al servicio de sus necesidades como madre y remodelación de espacios públicos para poder llevar a su hija. Mientras tanto, ella sigue guardando silencio.