| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas y Pedro Sánchez
El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas y Pedro Sánchez

Sánchez desbroza con sus barones la hoja de ruta autonómica

Pedro Sánchez se pasea por los congresos socialistas autonómicos ahora que se cree fortalecido por el acuerdo para los Presupuestos Generales gracias a sus socios de Gobierno.

| Esther Jaén España

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Pasado ya el primer gran trámite presupuestario, Pedro Sánchez está más convencido si cabe de lo que ya lo estaba de que estas cuentas públicas, pendientes aún de la tramitación parlamentaria enmienda a enmienda, le van a garantizar la tranquilidad que necesita para llevar a cabo su plan de recuperación electoral en los próximos dos años. Tal es su grado de convicción que hasta sus socios de legislatura (PNV y ERC) tuvieron que recordarle desde la tribuna del Parlamento que no tiene un cheque en blanco.

Y no lo tiene, pero esa aprobación de las cuentas es, cuando menos, un aval para finalizar la legislatura. Con ello cuenta y con una serie de estudios sobre intención electoral sobre su mesa que apuntan un estancamiento del PP y la posibilidad de que ello se convierta, incluso, en retroceso electoral de los populares, mientras que el PSOE recupera terreno perdido, si bien no al ritmo que esperaba.

 

La guerra abierta en el partido que lidera Pablo Casado, entre la dirección nacional y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se está reflejando ya en el estancamiento de los populares, según los sondeos que manejan los socialistas y, además, tiene dos grandes beneficiarios que aprovechan esa circunstancia: el PSOE y VOX. Sánchez piensa apurar sus plazos, pero ahora tiene que contar con sus barones para adelantar previsibles victorias o retrasar al máximo hipotéticas derrotas.

Recién celebrado su Congreso Federal, los socialistas cierran también sus Congresos regionales sin aparentes trifulcas y con la presencia del mismo Sánchez o de sus emisarios en aquellos lugares donde la disidencia del “sanchismo” floreció en algún momento. Así, Sánchez en persona acudió al Congreso del PSOE de Aragón, donde Javier Lambán acaba de revalidar otro periodo de mandato al frente de su federación. Ambos tuvieron ocasión de compartir información e impresiones sobre las expectativas electorales del uno y el otro.

Dicen los suyos que a Lambán las encuestas le sonríen por ahora (aunque no tanto como para soñar con un gobierno en solitario). Sus socios de gobierno de UP se desmoronan y a su derecha, C´s difícilmente pueda tener una representación parlamentaria significativa (en 2019 obtuvo 12 escaños) y, según los cálculos de la cúpula territorial socialista, muchos de esos votantes son susceptibles de dar su voto a Lambán, que si bien es buen anfitrión, cuando se trata de acoger la visita de Pedro Sánchez, tampoco duda en marcar distancias cada vez que Sánchez se mete en avisperos que podrían se letales para los intereses y las expectativas de voto del líder aragonés.

En todo caso, el mensaje que llevó Sánchez a Lambán es su previsión de que las cosas mejorarán a nivel nacional durante todo el año próximo, gracias a la recuperación económica y la gestión de los fondos europeos. Lambán tendrá que decidir si espera y mantiene la legislatura hasta mayo de 2023 o si prefiere atajar el ascenso de la figura del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, que es el “elegido” por Génova para pelear con Lambán la presidencia del Gobierno aragonés. Pero no parece que Lambán tenga intención de precipitarse, por ahora.

La impresión que da es que Juan Manuel Moreno va a estar una buena temporada en el gobierno andaluz

En los cálculos electorales de Sánchez están dos comunidades en las que no puede influir, al menos de forma directa, y en las que un adelanto electoral revalidaría casi con seguridad, los gobiernos presididos por el PP, ofreciendo un imagen difícil de contrarrestar por Sánchez y su equipo. Son Andalucía y Castilla y León. Un miembro del gobierno, de los que acostumbra a departir con Sánchez sobre política de partido, asegura a EsDiario que “la impresión que da es que Juan Manuel Moreno (presidente de la Junta de Andalucía) va a estar una buena temporada en el gobierno andaluz”.

Esa intuición la comparten otros miembros de gobierno y PSOE y de ahí los intentos por evitar un adelanto electoral en Andalucía, con la oferta de apoyo presupuestarios del líder socialista, Juan Espadas, al presidente Moreno. Pero, aunque en Génova han tratado de convencer a Moreno de ese adelanto electoral, éste se ha resistido a hacerlo hasta la fecha, poniendo como prioridad la lucha contra la pandemia y la recuperación económica. Y, según un dirigente popular andaluz, porque “si vamos sumando cada día un poco más, ¿para qué vamos a adelantar? Sigamos sumando…”. Algo similar ocurre con Castilla y León, donde el desmoronamiento de C´s volvería a situar al PP como el partido más votado y muy probablemente, al frente del gobierno una vez más.

En la otra cara de la moneda, Sánchez y su entorno sitúan a la Comunidad Valenciana en el lado de la victoria y como una importante baza electoral, con la que contrarrestar eventuales efectos mediáticos de elecciones en Andalucía o Castilla y León. Pero el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que revalidará su mandato orgánico en el PSPV el próximo fin de semana, tiene su propia hoja de ruta y, en el mismo tono que el andaluz Moreno, advierte que su prioridad es superar la pandemia y consolidar la recuperación. Pero no hay nada decidido por ahora, ni susceptible de ser cambiado