| 15 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pere Aragonés
Pere Aragonés

La persecución al español en Cataluña obliga a los niños a ser la “gestapo”

La Generalitat, después de negarse a aplicar la sentencia del Supremo, ha empezado a encuestar a los alumnos para saber qué profesores usan el castellano en sus clases

| Yolanda Lorenzo España

 

Canet del Mar se ha convertido en el icono de la persecución del español en Cataluña, simbolizado en el acoso a un niño de cinco años, y a su familia, por reclamar el cumplimiento de la ley y poder estudiar el 25% del programa lectivo en la lengua de Cervantes. Pero ahí no terminan los problemas.

Y es que el conflicto lingüístico alimentado por la Generalitat en Cataluña ofrece una novedad cada día.  Después de que el Tribunal Supremo sentenciara que, como mínimo, un 25% de las clases deberán impartirse en castellano y de que el presidente Pere Aragonés se haya negado a aplicarlo, el gobierno catalán ha ido un paso más allá.

La Asamblea por una escuela bilingüe ha denunciado que la Generalitat está enviando a los colegios unas encuestas que buscan localizar y señalar a los profesores que impartan asignaturas en castellano. Unas encuestas que van dirigidas a los propios alumnos de entre quinto de primaria y tercero de la ESO de todos los colegios en institutos de Cataluña.

Señalar al profesor

Entre las preguntas que se le hacen a los alumnos, destaca la de “Qué lengua utiliza el profesor” en una determinada materia. A lo que los alumnos deben responder, además, con respuestas prefijadas por la propia consejería de educación catalana: si en la asignatura se usa solo el catalán, más el catalán que el castellano, ambas lenguas por igual, más castellano que catalán, solo castellano. 

Una manera de señalar a los profesores, ya que cada asignatura está designada con nombre y apellidos a un maestro en concreto registrado por el propio centro. Son muchos los padres y madres que están a favor de que se impartan castellano y catalán en las escuelas de la región y que denuncian que es una manera de perseguir el castellano en las aulas.

La encuesta está publicada en el Síndico de Greuges, un organismo similar al Defensor del Pueblo en Cataluña y que depende del gobierno catalán. La institución asegura que con este estudio solo se busca conocer los usos de la lengua catalana en el día a día de los más jóvenes, pero asociaciones de padres ven esta encuesta como una forma de señalamiento lingüístico. 

Una encuesta que forma parte de un claro contraataque del gobierno de Pere Aragonés al Estado por la sentencia del Supremo. Una respuesta que forma parte de una estrategia para imponer y reforzar el uso del catalán en los centros educativos catalanes. 

 

Algo que se suma a la creación de los denominados “grupos impulsores” por parte del Departamento de Educación de la Generalitat. Se trata de una especie de comités escolares integrados por educadores, maestros, directores y especialistas que buscan expandir el uso del catalán en múltiples facetas, en los colegios y también en las casas de los niños. 

Según el ejecutivo regional, estos “impulsores” deberán analizar “a fondo” los usos del catalán en las aulas y modificar los planes educativos de los colegios e institutos que no estén enseñando las materias en catalán o, por lo menos, no lo suficiente, según el criterio del gobierno autonómico.

Desde la Generalitat defienden la propuesta. Su consejero de educación, el independentista Josep Gonzàlez-Cambray, ha afirmado en el Parlamento catalán en estos días que resistirán las "amenazas" de la Justicia. Y de ello da cuenta haberse personado en el colegio de Canet de Mar para alimentar la manifestación independentista celebrada este viernes.