Podemos se resiste a ser absorbido por Yolanda Díaz y marca su propio rumbo

Podemos se resiste a ser absorbido. No quiere que sus colores y siglas desaparezcan de las papeletas. Las candidaturas a las elecciones y municipales ya están en marcha, una vez que Yolanda Díaz se ha 'borrado' del mapa ante la falta de una estructura sólida que permita que su plataforma, Sumar, esté representada en las elecciones de la primavera, pero de cara a las generales la situación es bien distinta, aunque Podemos tiene claro que quiere su cuota de poder. 

Eso de que "es la jefa" que decía Pablo Iglesias, parece que ya ha quedado atrás. Es "su candidata", sí, tal y como ha reiterado este jueves la ministra de Igualdad, Irene Montero, pero no forma parte de su partido y habrá que esperar a que conforme el suyo para ver la fórmula en la que ambos se unen.

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 "Estoy convencida de que llegaremos a un acuerdo para ser aliados electorales (...) Yolanda Díaz es nuestra candidata y tendremos que acordar los términos de esa coalición que permita ser socios", ha explicado Montero en TVE. 

Y es que las distancias entre ambos sectores de la izquierda son evidentes. En la presentación de Sumar el pasado 8 de julio, la vicepresidenta indicó que este proyecto "no va de sopa de siglas ni de partidos" sino de crear un movimiento ciudadano que, de forma colectiva, piense un nuevo país para recuperar la política útil y no caer en la "resignación".

De hecho, Díaz ha aglutinado en torno a su plataforma a algunos 'purgados' por Iglesias , como Lander Martínez, que fue apartado por militar en el sector errejonista y ahora será la cara visible de Sumar en el País Vasco y ha generado cierto malestar con su apoyo a otros candidatos autonómicos y locales de formaciones distintas a Podemos.

Tal es el caso del respaldo explícito de la vicepresidenta del Gobierno al candidato de Compromís, Joan Baldoví, candidato que en principio se enfrentará a Unidos Podemos en las urnas luchando por el electorado de izquierdas, o las muestras de complicidad de Yolanda Díaz con las portavoces de Más Madrid, Mónica García y Rita Maestre.

Por ello, de las palabras de Montero se desprende que no están dispuestos a renunciar a Podemos, pese a que es una marca tremendamente desgastada, que no deja de perder enteros en las encuestas al estar tan ligada a la camarilla de Pablo Iglesias.

Yolanda Díaz es consciente de ello y por tanto, prefiere mantenerse alejada del asunto. De hecho, no estará presente en la 'Uni de otoño', el gran cónclave de los morados que se celebrará a principios de noviembre en el que se marcará el programa ideológico de la formación y servirá de escaparate para las nuevas candidaturas autonómicas y municipales, y que culminará con la intervención de Pablo Iglesias.

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Tal es su deseo de apartarse de los partidos tradicionales que ni siquiera estuvo presente en la tradicional fiesta del PCE, la formación a la que ha estado ligada desde sus inicios en política,  pese a que el año pasado fue la 'invitada estrella'.

Sin embargo, el proyecto de Díaz basado en el 'borrado' de los partidos no es nuevo. Si echa la vista atrás y se recuerdan los inicios del propio Podemos, sus dirigentes despreciaban su existencia, hasta que decidieron formar uno, que se ha ido transformando, a base de 'purgas' e invitaciones a salir, en una partido al uso, eso que ellos, llamaban 'casta'.