| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Marlaska ha firmado de facto la derogación de la política penitenciaria siempre consensuada por todos los gobiernos de la Democracia.
Marlaska ha firmado de facto la derogación de la política penitenciaria siempre consensuada por todos los gobiernos de la Democracia.

Marlaska dinamita la política penitenciaria y obliga a Interior a pagar a Bildu

El Gobierno se ha quitado la careta en su cortejo al partido de Otegi en busca del voto de sus cinco diputados a los PGE. La política penitenciaria, derogada de facto con 60 acercamientos.

| Javier Ruiz de Vergara España

Primero fue la insólita imagen de un presidente del Gobierno de España lamentando en sede parlamentaria el suicidio de un preso terrorista. Después, la imagen de un vicepresidente agasajando en su despacho a los herederos políticos de la banda etarra. Y, ahora, un ministro del Interior derogando de facto la estrategia penitenciaria vigente desde hace décadas y siempre consensuada entre los dos grandes partidos nacionales.

Una demolición, por cierto, que es una de las condiciones que Arnaldo Otegi le ha puesto a Pedro Sánchez para que sus cinco diputados de Bildu en el Congreso apoyen sus Presupuestos Generales.

Fernando Grande-Marlaska ni siquiera ha esperado a la reunión que le han solicitado las víctimas para que les explique de primera mano el medio centenar de acercamientos de reclusos terroristas desde la llegada de Sánchez a La Moncloa.

Ha ido mucho más allá y este viernes ha formalizado beneficios penitenciarios para una tacada de presos con delitos de sangre. Otra línea roja que cruza el ejecutivo progresista. Y que se produce, cabe recordarse, tras la reunión de Pablo Iglesias con la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurúa.

El Ministerio del Interior ha ordenado el traslado de otros cinco terroristas etarras, algunos con delitos de sangre por atentados, y ya suma 63 condenados por vínculos con la organización terrorista que han sido acercados a prisiones más próximas al País Vasco y Navarra.

Lierni Armendaritz pasará del centro penitenciario de A Lama, en Pontevedra, al de El Dueso, en Cantabria. Ingresó en prisión el 16 de enero de 2001 y cumple una condena de 30 años por atentado, colaboración con banda armada, asesinatos, homicidios, tenencia de armas, estragos, robo con fuerza y falsificación de documento público. Un terrorífico historial en la banda asesina que participó en los atentados mortales contra exministro socialista Ernest Lluch, y los concejales del PP José Luis Ruiz Casado y Francisco Cano.

Además, Jesús Arcauz Arana, el histórico Josu de Mondragón, deja Murcia  para seguir su condena en Valladolid. Ingresó en prisión el 17 de enero de 1997 y cumple una condena de 30 años por atentados, homicidios frustrados, estragos y terrorismo.

Juan Carlos Herrador Pouso será trasladado también a la prisión cántabra, en este caso desde Ocaña I (Toledo). Según Prisiones, ha aceptado la legalidad penitenciaria y por eso se acepta también su progresión al segundo grado. Ingresó en la cárcel el 2 de abril de 2007 y tiene una condena de 19 años por colaboración con banda armada y depósito de armas.

 

Pablo Iglesias agasajó este miércoles a Bildu en busca de su apoyo. Marlaska ahora allana el camino.

 

Unai Fano Aldasoro pasará de Soria a Bilbao. Se trata de un etarra que ingresó en prisión el 18 de diciembre de 2008 y cumple una condena de 20 años por pertenencia a organización terrorista, tenencia de explosivos, tenencia de armas, robo y hurto. No cumplirá las tres cuartas partes de su condena en septiembre de 2023 pero ve acelerado su progreso.

Gorka Loran Lafourcade, por su parte, será trasladado del centro penitenciario de Algeciras a la prisión palentina de Dueñas. Ingresó en prisión el 29 de diciembre de 2003 y cumple una condena de 20 años por colaboración con banda armada, tentativa de homicidio y depósito de armas.

Con esta nueva oleada de beneficios son ya 63 los terroristas acercados por Sánchez y Marlaska, que en estos últimos meses han acelerado notablemento los premios a los presos etarras, en línea con las condiciones que el PNV y Bildu pusieron en los acuerdos de investidura y que han vuelto ahora a poner sobre la mesa de cara a las negociaciones sobre las Cuentas Públicas de 2021.

Por si fuera poco, Marlaska ha tenido el feo detalle de anunciar esta nueva remesa de beneficios penitenciarios justo en el día que los colectivos de víctimas recuerdan a los asesinados por ETA.