| 29 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Feijóo junto a Santiago Abascal y Ramón Tamames
Feijóo junto a Santiago Abascal y Ramón Tamames

Vox y PSOE contra Feijóo en la moción de censura: lo convirtieron en Presidente

Hugo Pereira analiza la moción de censura de Vox con Ramón Tamames: desde Santiago Abascal hasta Pedro Sánchez criticaron a Feijóo, convirtiéndolo en el presidente del Gobierno in péctore.

| Hugo Pereira España

Los pocos españoles que seguimos la moción de censura de Vox con el candidato Ramón Tamames ya respiramos aliviados: terminó. Por fin. Dos días intensos de un espectáculo político-electoral sin prácticamente precedentes en varias dimensiones.

Para empezar, en las formas. La verdadera moción de censura a Pedro Sánchez y su gobierno que tendremos a la vuelta de la esquina, las elecciones, han convertido lo que debiera ser un debate en auténticos mítines políticos soporíferos. Nada de propuestas. Mucho de críticas.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz erigieron su primer gran discurso de campaña electoral

Vox usó un instrumento legal tipificado en el artículo 113 de nuestra Constitución para su propio interés político, mediático y electoral con un, consecuentemente, nulo respeto por nuestras instituciones. Y ni con esas. Le salió, como se dice, el tiro por la culata.

Pedro Sánchez y su presidenta segunda -como dijo Patxi López- Yolanda Díaz se marcaron sus primeros y oficiales discursos de campaña electoral: en prime time, sin límite de tiempo, en el Congreso y sufragado por todos los españoles. Semejante regalo le hizo al Gobierno el partido de Santiago Abascal. Ni en sus mejores sueños. Y la que más lo disfrutó fue, precisamente, Yolanda Díaz quien nunca tuvo mejor escaparate político y mediático para potenciar su proyecto Sumar; se constituyó el bloque político Sánchez-Díaz.

 

Alberto Núñez Feijóo: el ganador de la moción de censura convertido en presidente del Gobierno

El otro claro ganador fue Alberto Núñez Feijóo. Y por dos razones fundamentales: 1) porque no participó en ese vodevil fatalmente convertido en una suerte de moción de censura y 2) porque, al menos indirectamente, lo elevaron a la categoría de presidente del Gobierno in péctore.

Si bien el objetivo conocido de la moción de censura de Vox era desestabilizar electoralmente a un Partido Popular en alza, de tal meta acabaron participaron todas las formaciones políticas -incluido el propio PSOE-. Y cuando una moción de censura contra el presidente del Gobierno se convierte en una moción de censura contra el líder la oposición, además de rara avis, acaba por potenciarlo. Ergo, Alberto Núñez Feijóo, en suma, fue previsualizado por todos como el verdadero residente de La Moncloa frente a un Pedro Sánchez con fecha de caducidad como atestiguan todas -sin excepciones- empresas demoscópicas privadas.  

 

Ramón Tamames, de protagonista a personaje secundario

Y para terminar, el contenido. La conferencia -que no moción- del célebre y reputado Ramón Tamames fue muy elocuente pero, desde luego, nada original. Todo lo que dijo ya estaba inventado y dicho. Y por muchos, dentro y fuera del Congreso.

Tanto es así que el que debiera haber sido el protagonista del día fue relegado a personaje secundario, incluso por el partido que lo propuso como candidato. Fue el que menos habló, y con holgada diferencia. Es más, recuerden que en el también soporífero y supuesto discurso de presentación del candidato, ejecutado por Santiago Abascal, no se mencionó más que en dos residuales ocasiones (al principio y al final) al catedrático de Estructura Económica. Pobre hombre. Tan independiente quiso ser que se volvió políticamente insignificante.

En fin, que los españoles no nos merecemos esto. Estamos ya hartos de los circos políticos. Queremos, muchos, que se vuelva a la senda de la seriedad, respeto y lógica. Es del todo comprensible que la preocupante para los politólogos ‘desafección política’, causante de las altas tasas de abstencionismo en los comicios, está in crescendo. Es normal e inquietante.