| 29 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Calvente, entre Dina e Iglesias
Calvente, entre Dina e Iglesias

Podemos se inventó el acoso sexual de Calvente y lo reconoce por escrito

Pablo Iglesias permitió otra denuncia falsa contra el abogado que ha puesto al partido contra la pared por sus escándalos de financiación y con Dina Bousselham.

| Yolanda Lorenzo España

José Manuel Calvente no acosó sexualmente a Marta Flor, ambos miembros del equipo jurídico de Podemos. Ésa fue la excusa falsa que el partido se inventó para despedir al abogado que, ahora, tiene en un puño a Pablo Iglesias y su formación, desbordados por causas judiciales muy delicadas relativas a su Caja o a Dina Bousselham.

Calvente siempre lo sostuvo, pero ahora lo reconoce también Podemos, al aceptar un acuerdo prejudicial en el que confiesa que alegó razones falsas para poder proceder a un despido ilegal y exclusivamente político.

"Unos dirigentes que miran para otro lado cuando les avisas que en su partido se podrían estar cometiendo irregularidades financieras y lo tapan inventando falsas acusaciones carecen de legitimidad para cuestionar las instituciones del Estado y dar consejos sobre ética política", fueron las palabras de Calvente el pasado 12 de agosto, en plena campaña de descrédito contra él iniciada por Podemos.

 

 

Ahora el tiempo le ha dado la razón, y de una manera que deja maltrecho a Podemos: su confesión de que se inventó una acusación tan grave como el acoso sexual coincide con otras mentiras que, según Calvente, han presidido la acción del partido en otros frentes judiciales.

Problemas para Iglesias

En el caso de Iglesias, el juez García Castellón ha pedido al Tribunal Supremo que le juzgue por tres delitos graves relacionados con su posible denuncia falsa en el caso de Dina Bousselham, cuya tarjeta SIM robada estuvo en propiedad del líder de Podemos mientras él acudía al juez a hacerse víctima de su desaparición.

Y la presunta financiación irregular de Podemos también está en el Supremo, con una imputación formal del partido que acumula otras sospechas económicas consignadas ya formalmente por el Tribunal de Cuentas.