| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Imagen de Isabel Díaz-Ayuso y Mario Vaquerizo en la parodia de TV3.
Imagen de Isabel Díaz-Ayuso y Mario Vaquerizo en la parodia de TV3.

TV3 usa el dinero público para unirse al linchamiento a Ayuso y atacar a Madrid

La televisión pública catalana gasta el dinero de sus ciudadanos para faltar el respeto a la presidenta madrileña y a la región con su parodia del anuncio de turismo de la Comunidad.

| Raúl Puente España

Tristemente parece que se está convirtiendo en costumbre faltar al respeto a Isabel Díaz-Ayuso y salir impune. Lo hemos visto esta semana en la Universidad Complutense con el escrache de la extrema izquierda a la presidenta de la Comunidad de Madrid, en la asamblea de taxistas de Barcelona donde su líder Tito Álvarez le llamó "terrorista hija de puta" y ahora se une al linchamiento TV3, que con el dinero de los contribuyentes, ha hecho una parodia del anuncio de Turismo faltando el respeto a la dirigente popular.

En el anuncio original, una mujer mantiene una charla en una terraza madrileña con Mario Vaquerizo, que hace las veces de camarero. En el vídeo, la mujer, después de describir como ha sido su día en Madrid, asegura que está de paso y entonces el artista empieza a enumerar aspectos positivos de la región y de la capital para intentar que se quede: sus museos, como El Prado, sus monumentos, como el Palacio Real, la Plaza Mayor o El Escorial, su gastronomía, su naturaleza, sus pueblos...

Pues bien, TV3, mediante su programa de humor Polònia, ha hecho una parodia del anuncio pero sumando al mismo la figura de la presidenta madrileña. El vídeo del programa catalán se basa en replicar al original pero haciendo un claro ataque tanto a la figura de Isabel Díaz-Ayuso como de su gestión de la Comunidad. Por ejemplo, banalizando con las muertes en residencias durante el COVID o bromeando con los precios del alquiler en Madrid, cuando en ciudades como Barcelona la situación es la misma.