Barkos quiere obligar a los niños navarros a utilizar “juegos eróticos” en clase

El Gobierno nacionalista vasco de Uxue Barkos en la Comunidad Foral de Navarra pretende que todos los niños de la región de 0 a 6 años disfruten de "vivencias sexuales a través de juegos eróticos infantiles". Esta es una de las propuestas que el Ejecutivo nacionalista quiere imponer a todos los centros escolares de la histórica comunidad dentro de un polémico programa denominado Skolae y que será de obligado cumplimiento. 

La imposición de hacer vivir experiencias sexuales a los niños más pequeños, esto es, los de la etapa de Infantil, es una de las acciones más escabrosas del programa, aunque no es la única puesta en marcha por el Ejecutivo nacionalista, que presenta como bases de su doctrina que los "hombres no han evolucionado y mantienen sometidas a las mujeres en todos los ámbitos". 

El controvertido programa ya se implantó en 16 centros escolares durante el curso 2017-2018 y la idea es que llegue a todos los centros de Navarra en estos próximos cursos. La campaña propone un itinerario de aprendizaje con pautas concretas para todas las etapas educativas, desde 0-3 años hasta 18-20 años en el que se aborda el cuerpo sexuado, la curiosidad sexual, los juegos eróticos y el "reconocimiento de la sexualidad infantil desde el nacimiento".

Heteropatriarcado, burguesía, capitalismo...

En cuanto a perspectiva de género, el programa auspiciado por los nacionalistas vascos mantiene que la sociedad es "profundamente sexista y machista" y que el "heteropatriarcado somete a la mujer y se presenta como algo propio del mundo burgués y del capitalismo". 

El proyecto de  Barkos propone inculcar a los menores que existen "múltiples sexualidades" entendiendo que la identidad sexual es una construcción social, en el que algunos pueden identificarse como binario, no binario o ninguna y que estos cánones o modelos son una "imposición de unas pautas estéticas que se convierten en formas de violencia". 

"El amor romántico es una reconstrucción burguesa idealizada que favorece comportamientos abusivos", señala el programa con el que Barkos y sus socios de Bildu, Podemos e I-E, quieren impregnar de su ideología de género a todos los menores de Navarra. 

Dentro de los itinearios de trabajo y competencias a desarrollar, se pretende explicar a niños de 0-6 años las "múltiples identidades sexuales", además de un análisis del sexismo que existe en esta época infantil. 

Se exigirá a los colegios que en el aula no haya imágenes de profesiones estereotipadas y se hará un análisis crítico de la sexualización femenina. Como se mencionaba al principio, se pretende que menores de 0 a 6 años tengan "vivencias sexuales a través de juegos eróticos infantiles".  

A los estudiantes de 12 a 16 años se les enseñará a conocer la excitación, el orgasmo o la insatisfacción sexual, y se les inculcará que toda la violencia en adolescentes se debe a la "masculinidad hegemónica" y la construcción del amor romántico, que "favorece comportamientos abusivos"

Para la etapa de Primaria, en niños de 6-12 años, Barkos ha preparado unas pautas para explicar la orientación sexual, la homosexualidad y la bisexualidad.  "Hay que mostrar como violencia la dejación de nuestras funciones en lastareas domésticas", dice el documento preparado para los escolares.

En cuanto a los menores de la etapa de la ESO (12-16 años), Barkos les obligará a conocer el deseo, la excitación, el orgasmo, la insatisfacción sexual, etc.  Por supuesto, el programa Skolae centra en el hombre toda la violencia en adolescentes por la "masculinidad hegemónica" y la construcción del amor romántico, que "favorece comportamientos abusivos". 

En esta etapa se buscará visibilizar las familias compuestas por lesbianas, gays, transexuales y bisexuales y se obligará a visibilizar el movimiento LGTB entre el alumnado.

El lanzamiento de este programa ha despertado ya multitud de quejas de los padres, molestos por la profunda ideologización que el equipo de Gobierno nacionalista comandado por Barkos pretende introducir en los centros educativos, hasta el punto de moldear a los menores navarros con sus propias creencias.