El PSOE ha revelado un dato que, al menos de manera oficial y pública, nadie ha sostenido nunca: en el fútbol de élite de España hay 142 futbolistas homosexuales, un tabú sobre el que nadie se ha atrevido a dar estadísticas y muchos menos a señalar a ninguno con nombres y apellidos.
El cálculo lo ha hecho el diputado murciano del PSOE Juan Luis Soto, firmante de una iniciativa parlamentaria presentada en la Comisión de Cultura y Deportes, como extensión de una proposición no de ley ya anticipada en febrero, con la que se pretende impulsar la suspensión de partidos de la Liga de Fútbol Profesional, durante cinco minutos, si se escuchan cánticos homófobos en las gradas.
Más concreciones
Algo que la legislación ya permite para casos de racismo e intolerancia, de una manera genérica, que puede incluir la homofobia pero los socialistas quieren que se remarque de manera concreta. El llamado Protocolo de actuación para el restablecimiento de la normalidad en competiciones, pruebas o espectáculos deportivos es tajante al respecto, aunque impreciso en lo referente a la también llamada LGTBIfobia.
En concreto, en el artículo 15.2 de la Ley 19/2007, contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte; se prevé la paralización total o momentánea de eventos donde se registren "actos o conductas violentas, racistas, xenófobas o intolerantes". Y el PSOE quiere ahora que se amplíen los casos para contemplar de manera concreta los desprecios a la condición sexual.
Lo curioso es que, para justificar su propuesta, los socialistas hacen un cálculo muy llamativo, obtenido de trasladar a los futbolistas federados el porcentaje de gays que algunos estudios europeos fijan para la población general, un 6%.
1.3 millones practican deporte
De ahí concluye que en España hay 142 futbolistas de primera línea que son homosexuales, aplicando esa proporcionalidad a un universo de 42.000 federados. Una cifra que crece al ampliarse el foco al conjunto de deportistas, según reza la moción socialista.
"De cumplirse esta hipótesis, en España alrededor de 1,3 millones de personas LGTBI practicarían deporte y 270 de los 4.453 deportistas de alto nivel que tenía catalogados el Consejo Superior de Deportes", argumentan
Los socialistas ponen el foco sobre un tabú, pues no es nada habitual que deportistas de élite "salgan del armario". Y lo hacen poniendo el acento en comportamientos menos habituales que los relativos al racismo, pero con sonados episodios como el que sufrió el futbolista del Real Betis Borja Iglesias cuando, el pasado mes de junio, se presentó en un entrenamiento con las uñas pintadas de negro.
Aunque el jugador lo hizo como gesto contra el racismo, recibió una catarata de insultos homófobos en las redes, tal y como recontó Onda Cero: un poderoso argumento para avalar la propuesta del PSOE de poner el acento en un fenómeno a menudo ocultado pero sin duda presente.