¿En que piensa Pedro Sánchez?: un susurro y una encuesta bloquean su decisión

El pedrismo y el susanismo... pero también el marianismo. La política española contiene el aliento ante la resolución de una de las grandes incógnitas del curso político que el 2017 abre en España. Y, todo, en un momento en que cierta estabilidad parlamentaria ha permitido vislumbrar la luz al final de un túnel tras un año de bloqueo institucional.

Pero precisamente el gran artífice de ese bloqueo político, el exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, deshoja la margarita a la espera de que éste mismo mes de enero, la gestora convoque el Comité Federal que fijará, fecha arriba fecha abajo, el 39 Congreso Federal.

Como adelanto ESdiario hace semanas, los pedristas han dado este diciembre un ultimátum a Sánchez para que vaya concluyendo su reflexión personal y política: dar la batalla por la Secretaría General en las primarios o facilitar una candidatura de consenso o una alternativa menos dolorosa para un partido todavía desgarrado.

Una confesión susurrada al oído de Sánchez recientemente y diversos sondeos internos -avalados este lunes por una encuesta del diario El Mundo- tienen en vilo al exlíder socialista.  

La mayoría de las encuestas y un sondeo interno muy precario que enarbolan los pedristas no hacen otra cosa que avalar una conclusión: el trabajo moderador de la gestora no cala en las bases y el PSOE sigue cayendo en intención de voto, entre acusaciones de las bases de complicidad con el PP y absurda -para esas bases y siempre según los leales a Sánchez- guerra fría con Podemos. El arma que invita a Sánchez a dar el paso al frente que los suyos le piden. Pero, ¿hay algo más?.

"Vale, preséntate a las primarias y gánalas. Y al día siguiente llama a Susana y al resto de barones a una mesa para negociar la nueva ejecutiva de PSOE. Y en ese momento te darás cuenta que has dinamitado el partido para siempre y de forma irreversible".

Literalidades exactas al margen, según explican a ESdiario fuentes socialistas, este es el mensaje que recibió hace algunas semanas Sánchez de uno de sus más fieles colaboradores en su anterior etapa, alejado ahora tras comprobar la deriva del exdiputado madrileño.

Es la losa que le trasladan los que afirman que el PSOE "les duele". Y el fantasma que persigue a Sánchez y que, según su entorno, va a llevarle a arrojar la toalla en las próximas semanas por esa "cultura de partido" que el propio Felipe González le negaba recientemente.

Todo el socialismo contiene el aliento mientras busca al "hombre bueno" que se convierta en candidato de consenso.