| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La defensa de Urdangarin y la Infanta se lleva las manos a la cabeza

El testimonio con todo lujo de detalles del "cuñado arrepentido" deja muy poco a la imaginación sobre los "atajos" de la pareja para escatimar dinero al fisco y les cierran cualquier salida.

| ESdiario España

Se temía que los "arrepentidos" del Caso Nóos terminaran de hundir a Iñaki Urdangarin y a la Infanta Cristina y, concretamente, se temía que los "cuñados" de Diego Torres pusieran la guinda. Los pactos de los hermanos de Ana María Tejeiro tenían en ascuas a la defensa de los exDuques, por lo que pudieran contar, y parece que no andaban desencaminados. Efectivamente, tras declarar este jueves y este viernes Marco Antonio Tejeiro, el excontable de Nóos, los letrados de Doña Cristina y su marido lo tendrán más complicado de cara al 19 de febrero (día en que declarará la hermana del Rey) y al 24 de febrero, el día en que lo hará Urdangarin. 

La declaración detallada de Tejeiro no deja títere con cabeza y concreta que la empresa Aizoon, de la que eran copropietarios Doña Cristina y su marido, tenía en nómina a empleados ficticios. A preguntas del fiscal Anticorrupción Pedro Horrach, que durante la instrucción obtuvo la confesión de Tejeiro, el antiguo contable ratificó que cuando prestaba servicios de gestión para Aizoon se encargó de la tramitación de las altas y bajas en la seguridad social de personas que no prestaban servicios para la empresa de los entonces duques de Palma.

Pero no sólo eso. Además de empleados ficticios, algunos de ellos familiares de Urdangarin y de su secretaria, Julita Cuquerella, Aizoon tenía en nómina al personal doméstico de la vivienda de la Infanta y su esposo en el barrio barcelonés de Pedralbes e incluso a trabajadoras del hogar de la citada secretaria.

El único objetivo de la incorporación de falsos empleados tenía como propósito que la empresa de los Urdangarin-Borbón obtuviera beneficios fiscales por el volumen de trabajadores que acumulaba, según sospecha Horrach y ratificó el arrepentido.

Bordeando la línea de la moralidad (además de traspasar la de la ilegalidad) la hermana del Rey Felipe VI y su esposo, lejos de la ejemplaridad que se les supone y de la que ha hablado en varias ocasiones la Corona, llegaron a contratar, según el arrepentido, a madres de familia numerosa utilizándolas para conseguir deducciones fiscales extra y justificaron como "teletrabajo" la incorporación de personas que vivían fuera de Barcelona, donde Aizoon tenía su sede social en la residencia familiar de los duques. 

Los sobres de la vergüenza

El ex contable de Nóos ya declaró este jueves que había entregado a Iñaki Urdangarin y a su socio Diego Torres dinero formalmente destinado a salarios de trabajadores de empresas del grupo que estaban dados de alta pero no prestaban ningún servicio ni cobraban esas nóminas.

"¿Era una forma de ennegrecer el dinero?", le preguntó el fiscal al acusado, que respondió "sí". Relató que emitía cheques al portador para el pago de las nóminas simuladas, extraía el dinero del banco y se lo entregaba en sobres a Torres, su cuñado y titular de la mayoría de esas empresas, y a su socio en el Instituto Nóos, Urdangarin.

De esta misma práctica se habría beneficiado, según Tejeiro, el marido de la Infanta Cristina como titular de Aizoon, la empresa que compartía a medias con su esposa, que también tenía en nómina a falsos empleados.

El fiscal Pedro Horrach le está exhibiendo de forma exhaustiva diversos documentos en relación a estas contrataciones así como diversos correos, con Tejeiro como remitente o destinatario, en los que se abordan estas presuntas irregularidades.