Bousselham publica una carta que dramatiza el asesinato del padre de Iglesias

Pablo Iglesias ha llegado a afirmar que la democracia en España "está en peligro". Y ha exigido incluso al Rey que se posicione a su favor y condene unas amenazas que, a lo largo de los años, han recibido incontables dirigentes políticos: los últimos, Isabel Díaz Ayuso, que le ha restado importancia; y el expresidente Zapatero.

Tampoco la ministra socialista Reyes Montoro fue especialmente discreta y llegó a culpar a VOX de un paquete con una navaja pintada de rojo que, en realidad, le había enviado un trastornado, poniendo incluso su nombre y su dirección reales en el remite: pese a tener esos datos, la "vicepresidenta" de Gabilondo optó por suscribir la "alerta antifascista" del exvicepresidente del Gobierno.

Pero de todos los excesos, quizá el más llamativo haya llegado en las últimas horas, con el sello de una vieja conocida de Iglesias: la célebre Dina Bousselham, la olvidadiza propietaria de una tarjeta SIM cuyo robo denunció y que luego, al saber que el líder de Podemos retuvo una copia, dejó de denunciar, a expensas de qué hace el juez con tan polémico caso.

La investigación sobre las cartas con balas también apunta a un desequilibrado

Como directora de "La última hora", el órgano "oficial" de Podemos que entre otras cosas mantiene campañas constates contra conocidos periodistas como Ana Rosa Quintana, Vicente Vallés o Carlos Herrera; ha publicado el testimonio más melodramático que se recuerda.

Se trata de una carta de un militante de Podemos en Zamora, Paco Molina, dirigida al padre de Pablo Iglesias, en la que le presenta como potencial víctima de un asesinato y le ofrece la protección de toda la ciudad en un tono casi agónico.

"Seguro que cuando te veamos por la calle acompasaremos nuestros pasos al tuyo para que quienes puedan buscar tu mal vean que Zamora no quiere pistoleros, ni mentes enfermas, que democracia es que se haga lo que dice la mayoría se cabree o no la minoría", explica la misiva, dando por supuesto que las balas contenidas en la carta contra Iglesias eran para él mismo, su padre, Irene Montero y su suegra.

Seguro que Zamora, donde todos somos  antifascistas, te va a proteger como ciudad valiente", reza la agónica carta

"Seguro que la Guardia Civil y la Policía Nacional ya han establecido servicios de contra vigilancia por si ha llegado algún indeseable a ejercer de nazi (matando a las familias de los valientes). Seguro que Zamora, donde todos somos pacíficos y demócratas, y por tanto antifascistas, te va a proteger como ciudad valiente, solidaria y acogedora", prosigue.

Para terminar con una advertencia y una promesa: "Seguro que tus compas de Unidas Podemos podemos hacer algo por ti y lo haremos.  Zamora te protege. Votos contra balas y ciudadanía contra villanía. Zamora, con su grandeza de siempre, te protege  (...) Todo saldrá bien porque lucharemos para que así sea, ahora protegiéndote a ti y a ellos; y siempre, defendiendo la democracia, protegiéndonos a nosotros mismos con ello. Ánimo compa, amigo. Todo saldrá bien", concluye.

La hipótesis policial

Y todo ello mientas crecen las sospechas, según informa Laura Moro, de que las cartas con proyectiles recibidas por Iglesias, Marlaska y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, sean obra también de un perturbado, a titulo personal, cuya identificación definitiva se espera inminente.