Los primeros indicios apuntan a que el crimen de Samuel no fue homófobo

La alerta antihomófoba declarada por Podemos tras el brutal asesinato de Samuel Luiz va camino de correr la misma suerte que la alerta antifascista que Pablo Iglesias declaró en la campaña de las elecciones madrileñas. Sobres con balas mediante.

Los primeros indicios recabados por la Policía apuntan a que no fue un crimen homófobo, motivado por la orientación sexual del joven, pese a que la amiga que le acompañaba declaró que el primer agresor le gritó "o paras de grabar o te mato, maricón" en una zona de copas de la Coruña. 

Así lo aseguran fuentes de la investigación a Efe, que también detallan que ya se ha tomado declaración a 15 personas y se ha detenido a tres, de entre 20 y 25 años y residentes en la ciudad. 

Aun así la izquierda mantiene su relato. Este martes la líder del BNG y de la oposición a Alberto Núñez Feijóo, Ana Pontón, acusó al presidente de la Xunta de "equidistante" y reiteró: "Todo apunta a que está teñido de homofobia, lo que añadiría un delito de odio a la violencia sin sentido que acabó con su vida".

Todo porque horas antes Núñez Feijóo se había mostrado prudente en la SER: "No me atrevo a decir si se puede tipificar como un problema de homofobia", sostuvo ante Angels Barceló.

Por otra parte, Telecinco emitió este martes el testimonio de dos de las personas que socorrieron a Samuel cuando ya estaba herido de muerte. Y, según ellos, no eran españoles.

"Veo a una pandilla de chavales, todos de 30 años máximo. Eran latinos o mulatos, y en ese momento veo que hay alguien en el suelo... lo que no interpreto es que fuese un chaval en coma", contó el periodista Pablo Barrón. "Los veo muy claramente, muy en concreto que eran 12 y veo que son todos latinos", insistió.

Él y su amigo Marco pusieron al auxiliar de enfermería en posición de seguridad, le sacamos la lengua para que no se ahogara e intentaron reanimarle. Todo fue en vano. Samuel murió en el hospital de madrugada.

Entretanto, Podemos, Más País y el activismo LGTBI han puesto al ministro Fernando Grande-Marlaska y a la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, en su punto de mira por los incidentes registraron el miércoles por la noche tras la manifestación de repulsa al asesinato del joven.

Una protesta en la que se profirieron gritos contra Isabel Díaz Ayuso como "Ayuso, fascista, estás en mi lista".