El PNV se alía con Ayuso y Urkullu se harta de Sánchez con un portazo

Hace ya bastantes meses que el PNV sigue atento el fenómeno Ayuso. Sobre todo por las presiones que buena parte de la cúpula empresarial vasca lleva tiempo ejerciendo sobre el lendakari Íñigo Urkullu, alabando la estrategia económica y fiscal de la presidenta madrileña durante toda la pandemia.

Así que el último gesto de prepotencia del Gobierno, a través de la imposición del plan para el ocio que ha elaborado el Ministerio de Sanidad dando la espalda a las Comunidades Autónomas, ha provocado la extraña alianza entre Ayuso y Urkullu.

Íñigo Urkullu -horas después de la presidenta madrileña- y Ayuso se han erigido este jueves como los mandatarios autonómicos que lideran la rebelión contra el documento aprobado en el Consejo Interterritorial de 'nueva normalidad'.

Es más, el PNV, socio preferente de Sánchez, se suma a la estrategia de la jefa del Ejecutivo madrileño y advierte a Moncloa de que el Gobierno Vasco mantendrá como Madrid su hoja de ruta para la desescalada y denuncia una "invasión de competencias" por parte del Gobierno central.

Ayuso se planta y no acatará la imposición de Sanidad "contra los ciudadanos"

Cabe recordar que  durante la votación de este documento, Madrid, País Vasco, Cataluña, Galicia, Andalucía y Murcia, votaron en contra de la propuesta de Carolina Darias, y, además, tanto Castilla y León como la ciudad autónoma de Melilla, se abstuvieron.

Urkullu ha denunciado que las modificaciones planteadas por Sanidad suponen una "invasión de competencias" y evidencian "desconcierto absoluto" en la gestión de la crisis sanitaria por parte del Gobierno, por lo que ha asegurado que el País Vasco"seguirá su propia hoja de ruta" y mantendrá las medidas actualizadas el pasado lunes por las instituciones vascas.

El Departamento de Salud del Gobierno Vasco no participó ni en el debate ni en la votación sobre el documento presentado por el Ministerio, que contemplaba medidas relacionadas con horarios de hostelería, ocio, eventos o cribados, por considerar que afectan a competencias vascas.

En el caso de la Junta de Castilla y León, su vicepresidente Francisco Igea ha anunciado que el Ejecutivo regional recurrirá el Plan aprobado en el Consejo Interterritorial de Salud si se llega a publicar en el BOE, al tiempo que ha asegurado que en la Comunidad no se aplicará porque "vulnera" las competencias autonómicas y es "más restrictivo" que lo marcado en el semáforo.

También Andalucía, en boca del vicepresidente de la Junta, Juan Marín, ha anunciado que no acatará estas normas, considerando que se tratan de una "invasión de competencias brutal" por parte del Ministerio de Sanidad.

Por su parte, la Xunta de Alberto Núñez Feijóo ha avanzado que Galicia estudiará "en detalle" con su asesoría jurídica el documento "para analizar el carácter vinculante y si invade competencias autonómicas".

Hay otras autonomías, como es el caso de Cataluña o Murcia que, aunque votaron en contra de este documento en el seno del Consejo Interterritorial, no han aclarado por ahora si darán cumplimento a la propuesta de Sanidad.