| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Sánchez encara una semana de desgaste tratando de esquivar el "abismo andaluz"

El líder socialista tendrá su primer cara a cara con Feijóo, un pleno monográfico sobre Marruecos y una campaña “cuesta abajo” en Andalucía que puede marcar el futuro de Moncloa

| Esther Jaén España

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Pedro Sánchez tiene diseñados los tres grandes retos hasta llegar al desenlace (hacia finales de 2023 e incluso inicios de 2024) que vendrá dado por la celebración de las elecciones generales, cuando se juegue él mismo su futuro político. Hasta entonces, hay tres grandes actos en la obra que está escribiendo el presidente del Gobierno: las elecciones andaluzas, las municipales y autonómicas y el desarrollo de la presidencia española de la UE, en plena precampaña electoral. 

Apenas se ha iniciado el primer acto, en plena campaña andaluza, y las cosas no pintan demasiado bien para el PSOE y peor para la izquierda en general, desmovilizada y -si las encuestas no se equivocan- con nulas posibilidades de alzarse con el poder en Andalucía, tierra que fuera bastión de la izquierda durante décadas.

Desde el entorno del presidente del Gobierno recuerdan que “son elecciones en Andalucía, no generales” y que hasta llegar a las legislativas nacionales que un largo trecho que recorrer. Sánchez ha aparecido en la campaña andaluza y no tiene intención de esconderse, como auguran en el batallón de críticos y detractores del presidente del Gobierno, pero sí es cierto que se desmarca ya de un posible mal resultado de su candidato, Juan Espadas. Sus elecciones son las generales y su rival directo, Alberto Núñez Feijóo, que tampoco está por monopolizar la campaña de su partido en Andalucía.

Ambos líderes preparan su primer cara a cara (en versión reducida) para este martes. Será en el Senado y con la ventaja que cualquier formato parlamentario otorga al Gobierno, pero lo hará con el viento en contra, con sus socios de Gobierno levantiscos en las semanas previas a la celebración de la Cumbre de la OTAN y sus socios parlamentarios del independentismo también en fase de despecho. Ese viento que puede convertirse en vendaval el miércoles, día que Sánchez tiene que volver al Congreso a explicar en una sesión monográfica la relación con Marruecos y el cambio de posición de España sobre el conflicto del Sáhara Occidental. 

Ese es todo el cuerpo a cuerpo que podremos ver entre Sánchez y Feijóo, probablemente, hasta septiembre, porque Feijóo no va a poder estar sino en calidad de convidado de piedra en el debate sobre el Estado de la Nación, que se celebrará el próximo mes de julio. Para entonces, Sánchez cuenta con poder presentar un buen balance de la Cumbre de la OTAN, que se celebra en Madrid los días 29 y 30 de junio. Aspira el presidente del gobierno a exhibir logros y mucho photocall reciente y, por supuesto, datos de empleo que, digan lo que digan sus críticos, mejoran las cifras prepandemia. Busca el equipo de Sánchez hacer mella en las “contradicciones” de Feijóo y del PP. 

Señalan desde el entorno del presidente tanto el modelo de Estado, como la cuestión lingüística, amén de los pecados y cuentas pendientes con la justicia a cuenta de la corrupción. Quieren que el gallego cabalgue esas contradicciones por boca de su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, sabedores de que Feijóo no va a poder comparecer a esa cita. 

"Aspira el presidente del gobierno a exhibir logros y mucho photocall reciente y, por supuesto, datos de empleo que, digan lo que digan sus críticos, mejoran las cifras prepandemia"

Para entonces, es posible incluso que el Gobierno esté ya trabajando sobre los primeros borradores de los presupuestos Generales del Estado para 2023, por lo que, en su equipo, no descartan “sorpresas económicas” y posibles ofertas de acuerdos a las que exigirán respuestas inmediatas. Así y haciéndose más presente en la calle, pretende el presidente hacerse fuerte y recuperar la imagen perdida.

En paralelo, el líder del PSOE va a ordenar a su organización engrasar su poder y maquinaria territorial para que, en las elecciones municipales y autonómicas de 2023, dentro de un año, estén a punto para disputarle el segundo acto a los populares. “Esa y no otra -asegura uno de los colaboradores de Sánchez- será nuestra prueba de fuego y nos permitirá ver cómo estamos a pocos meses de las elecciones generales”. 

Esta misma fuente descarta “al 95% “la coincidencia de elecciones generales, con municipales y autonómicas y asegura que aspiran a revalidar territorios como Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Canarias, Extremadura y Navarra, mientras que pueden perder Baleares (frente a un pacto PP-Vox) y La Rioja (donde el PP podría recuperar su mayoría absoluta). Pero incluso perdiendo esos dos territorios, añade otro de los consultados por ESdiario, “habrá partido y habrá pelea en las generales”. 

El resultado del partido al que comparecerá con toda seguridad Pedro Sánchez, según su entorno (frente a quienes dicen que, si las perspectivas no son halagüeñas, declinará presentarse nuevamente) “está todavía por escribir, digan lo que digan las encuestas”. Lo que sí dicen en el entorno de Sánchez es que el presidente sólo quiere a su lado a aquellos que vean el vaso medio lleno y apartar de su lado a quienes lo vean medio vacío.