Ayuso se prepara para una "guerra" de Sánchez contra Madrid hasta 2023

Isabel Díaz Ayuso quiere tener su Gobierno nombrado y funcionando el 21 de junio, y los Presupuestos de la Comunidad de Madrid aprobados antes incluso del verano para regresar en septiembre con el Debate del Estado de la Región que suele abrir el curso político en Madrid.

La decisión de imponer un ritmo "trepidante", según explica su entorno a ESdiario, no es casual: sabe, de manera fehaciente, que Pedro Sánchez imprimirá aún más presión contra la Comunidad de Madrid, pese a que esta estrategia le ha llevado al PSOE a su peor resultado histórico de siempre, relegándole a la tercera posición por detrás incluso de Más Madrid.

Para cumplir ese calendario, la sesión de investidura tendrá que celebrarse el 17 y el 18 de junio, para resultar elegida el segundo de los dos días, previsiblemente con la abstención de VOX. Un día después tomaría posesión y, el 21, lo haría su Gobierno con un Consejo extraordinario que pondría en marcha a un Ejecutivo ya rodado y, salvo sorpresa, con pocos cambios.

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Ayuso no necesita grandes fichajes externos, la estrella es ella, y tiene claro algo aprendido en la "escuela Aguirre": hay que tratar bien a la "gente de dentro" y a las "distintas sensibilidades" del partido, según reflexiona un dirigente popular con cuatro legislaturas a las espaldas.

En ese sentido, las grandes incógnitas residen en si su número dos en la lista, Enrique Ruiz-Escudero, lo será también en el Gobierno. O si ahí entrará Alfonso Serrano, su jefe de campaña y estratega popular desde hace lustros. No parece probable, como tampoco la del enlace entre la Puerta del Sol y Génova, la diputada y secretaria general Ana Camins: ambos está muy bien en la intendencia del partido, del grupo parlamentario y del Ejecutivo.

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La incorporación de Toni Cantó, que no pudo ser diputado, se da por hecha al menos hasta que se dirima si vuelve a Valencia; así como la de Marta Rivera de la Cruz, el nombre más ilustre procedente de Ciudadanos, que aportará otros cargos menores en viceconsejerías y direcciones generales.

Pero nada de eso importa tanto como prepararse para un pulso con Sánchez, que cambiará de métodos pero no de objetivos: convertir en un calvario los dos años que quedan para las siguientes Elecciones Autonómicas. La intendencia de Moncloa, dañada por el 4M y la crisis económica, cree tener pese a todo una baza a explotar contra Ayuso y contra Casado.

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La llegada de los Fondos Europeos y el "fin" de la pandemia, que se amortiguará casi por completo en el último trimestre del año con la extensión de la vacuna, le dan a Sánchez la posibilidad de resucitar políticamente como el presidente "incomprendido" que, pese a todo, superó la emergencia sanitaria y logró el maná económico europeo.

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Lo que ha cambiado es que Ayuso conoce bien esa estrategia y que, por primera vez, el PP nacional se siente fuerte y la cohesión de los Gobiernos autonómicos con la dirección de Casado es alta: defender Madrid es defender Andalucía, como antes lo fue Murcia y mañana Galicia o Castilla y León.

"La piña es total y el optimismo es muy elevado", explican a este periódico fuentes populares. "El aire ha cambiado. El centroderecha se empieza a reunificar, con solo dos partidos; mientras la izquierda está más dividida que nunca con tres formaciones compitiendo por ese electorado".

La confianza, sin embargo, no le hace a nadie bajar la guardia. "En precampaña y campaña se daban por hecho el juego sucio y lo hubo. A ver qué se inventan Sánchez y Redondo en estos dos años", concluyen.