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La despedida del último "guardián" de los secretos ocultos del Rey Juan Carlos
Como ha sido su trayectoria al frente del CNI en los momentos más convulsos de la Monarquía, el general Félix Sánz Roldán se va con elegancia y con una sentencia como su "leit motiv".
Culminado de largo su mandato, con una edad que le situa ya en la reserva en el Ejército y culminada la obra de ingeniería que supuso en su momento la abdicación del Rey Juan Carlos, el director del CNI recoge estos día sus pertenencias en la sede del espionaje española en espera de que el nuevo gobierno elija a su sucesor, sucesora según se perfila en La Moncloa.
Con la muerte prematura de Alfredo Pérez Rubalcaba, la jubilación de Mariano Rajoy y la marcha próxima del general Félix Sánz Roldán, no queda ya en activo ninguno de los protagonistas de aquella operación de calado. Y se va también el guardián de los secretos menos amables del Emérito.
Y en este escenario, Sanz Roldán ha atendido este martes a los medios tras participar en la sesión inaugural del XXXI Seminario Internacional de Seguridad y Defensa que desde este martes se celebra en el Parador de Toledo, y preguntado sobre su próximo cese previsto para el 5 de julio ha tirado de enseñanza militar: "Respeto las ordenanzas que aprendí en Zaragoza con 17 años. Los militares no debemos ni pedir, ni rehusar".
El general Sanz Roldán fue nombrado director del CNI, con rango de secretario de Estado, en julio de 2009 por el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Cinco años después, en 2014, fue renovado en el cargo ya con Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa.
Este mandato vence el próximo 5 de julio después de diez años al frente del centro de inteligencia y el general Sanz Roldán, de 74 años, no puede continuar de forma interina en el cargo hasta que sea nombrado su sustituto, según la ley que regula el organismo
Sobre esta etapa y su recorrido militar en general, ha declarado que ha sido "el trabajo más interesante que existe". "Poder servir a España y a los españoles desde el silencio y sin que nadie pueda atribuirme absolutamente ningún éxito. Si hubiera otra vida, me gustaría vivir algo similar".
