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Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Podemos apoya la dictadura cubana ante las protestas y Sánchez opta por callar

Las protestas en Cuba contra el Gobierno de Díaz Canel han desatado la reacción de condena de organizaciones internacionales pero en España, se opta por ponerse de perfil

| A. Jiménez España

Cuba se han convertido en un polvorín. Los ciudadanos de la isla salieron a las calles al grito de "¡Libertad!" y "No tenemos miedo!" para acabar con una dictadura que sigue asfixiando a un pueblo sumido en una profunda crisis económica que con la pandemia se ha ido acrecentando más y más. Sin embargo, desde el Gobierno, salvo contadas excepciones, como la del secretario de Estado de la Agenda 2030 y líder del PCE, Enrique Santiago, que respalda a los dirigentes de la isla, se opta por el silencio ante una ola de represión que sigue dejando decenas de detenidos.

Las fluidas relaciones entre los dirigentes cubanos y el Ejecutivo español, sobre todo del ala morada, han hecho que ningún miembro del Gobierno haya alzado la voz ante la respuesta represiva del presidente Díaz-Canel, que deja tras de sí al menos un centenar de detenidos y que animó, además a los cubanos afines al régimen a salir a las calles para confrontar con los disidentes.

 "Convocamos a todos los revolucionarios a salir a las calles a defender la revolución en todos los lugares", declaró Díaz-Canel en su intervención. "No vamos a entregar la soberanía de nuestra Patria", ha remachado, insinuando, de nuevo en que todo se debe a un  "recrudecimiento del bloqueo (...) con el objetivo de asfixiar nuestra economía y que eso provocara el anhelado estallido social masivo".

Sin embargo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha comunicado que ha tenido "conocimiento de las multitudinarias protestas que se desarrollan este domingo en Cuba" y que ha recibido informes "sobre uso de la fuerza, detenciones, agresiones a manifestantes y periodistas, además de cortes de la señal de Internet" así como "reacciones estigmatizantes por parte de altas las autoridades contra personas que se manifiestan".

La CIDH ha apuntado que estas protestas se deben a "la escasez de alimentos y medicinas" y a "la falta de garantías a la libertad de expresión y participación plural sobre asuntos de interés público" y ha llamado al Gobierno de Cuba "a cumplir con sus obligaciones con los Derechos Humanos, en particular el derecho a la protesta".

Otra de las reacciones a las protestas ha sido la del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien ha reconocido "el legítimo reclamo de la sociedad cubana por medicinas, alimentos y libertades fundamentales". "Condenamos al régimen dictatorial cubano por llamar a civiles a reprimir y a la confrontación contra quienes ejercen sus derechos de protesta", ha aclamado.

José Manuel Albares, nuevo ministro de Exteriores

Sin embargo, desde el Gobierno español se opta por el silencio, en medio de una remodelación profunda en el seno del Consejo de Ministros que deja a José Manuel Albares como nuevo ministro de Exteriores, estrenando un cargo en el que tendrá que posicionarse más pronto que tarde.

De momento, solo el ala morada se ha manifestado, en boca de su portavoz, Pablo Echenique, que se ha limitado a decir, en una entrevista en TVE que "hay que ser muy finos en la diplomacia. En este caso, hay un bloqueo que tiene consecuencias en el país y no debemos convertir esto en un asunto de política interior en España".

 

Una postura tibia y  próxima a la de Díaz Canel, culpando a Estados Unidos de todos y cada uno de los males que asola la isla. No en vano hace tan solo unas semanas, Unidas Podemos, junto a ERC, EH Bildu, BNG, la CUP, Junts, PNV y Compromís exigieron a través de una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados que el  Gobierno "aliente", en el marco de sus relaciones con Estados Unidos, la derogación del bloqueo que pesa sobre el país caribeño.

En contra de condenar la represión comunista

Pero no solo eso, sino que meses antes, los partidos de la coalición de Gobierno se posicionaron en contra de una proposición no de ley impulsada por el PP en el Congreso para condenar el totalitarismo comunista. 

La izquierda protestó contra el hecho de que se equiparasen el nazismo y el comunismo, obviando que ambos movimientos totalitarios cometieron por igual crímenes de genocidio, y convirtieron el debate en una pugna acerca de la represión franquista.

Así pues, parece que la coalición de Gobierno no piensa marcar distancias con la dictadura cubana, tal y como ya ha apuntado también el secretario de Estado de Agenda 2030 y a la sazón líder del PCE, Enrique Santiago que a través de su cuenta de Twitter ha lanzado un discurso similar al del presidente cubano.

"Cuba está aguantando el más duro bloqueo de la historia, medida contraria al derecho internacional que impide llegada de alimentos, material sanitario y recursos financieros. La más eficaz ayuda humanitaria es cumplir las resoluciones de Naciones Unidas y levantar ya el bloqueo", ha zanjado.