El fundador de Podemos participó en un acto junto a la actual líder del partido, Ione Belarra, y un experto ha explicado lo que sintió el exvicepresidente del Gobierno.
Pablo Iglesias no deja la política... ni la va a dejar. Sus apariciones públicas cada vez son mayores e incluso ya comparte cartel con su sucesora al frente de Podemos, Ione Belarra. Su figura sigue teniendo tirón, y el exvicepresidente lo sabe, pero según un experto, parece que no le gusta demasiado que le hagan sombra.
De hecho, José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal, ha estado en 'Código Samboal' de TRECE, para analizar el último discurso de Iglesias, que participó en el cierre de la 'Universidad de otoño' de Podemos.
Lo que más le ha "impactado" es "verle de una manera que no se le ha visto casi nunca y es sentado. No le he visto nada cómodo, sobre todo al principio. Se ha moderado aunque ha tenido momentos punta en los que no ha dejado de ser él. El ceño fruncido lo hemos visto menos y eso marca de la casa, algo muy habitual en él", apuntaba el experto.
Sin embargo, el experto ha notado que "realiza algunos gestos manipuladores que se llaman, de contacto con su propio cuerpo, como rascarse una ceja que denotan cierto estrés e incomodidad", durante el acto.
Según Martín Ovejero, durante el comienzo del acto ha estado "nada cómodo, el dejar todo el protagonismo a otra persona como Belarra creo que no le ha debido de gustar mucho", ha sentenciado, para apostillar que cree que "prefiere estar en atril que sentado".
Pero su sucesora tampoco ha salido mu bien parada, ya que según el experto es "muy racional, fría, tiene un discurso que puede calar menos, pasa más desapercibida, no tiene el liderazgo que tenía Iglesias ni mucho menos". "Hay un abismo", ha sentenciado.