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Pedro Sánchez, en el Congreso
Pedro Sánchez, en el Congreso

El COVID que no iba a llegar a España cumple un año con más de 80.000 muertes

Un año después de que se registrase el primer fallecido los datos arrojados son desoladores, más de 80.000 personas han perdido la vida a causa de la pandemia.

| Andrea Jiménez España

 

Doce meses de drama, de muerte, de ruina y de errores. Este mismo sábado 13 de febrero se cumple exactamente un año de que España registrase el primer fallecido por coronavirus, aunque no fue hasta dos semanas después, el 3 de marzo, cuando se conoció la noticia.

Fue un paciente con una neumonía de origen desconocido que falleció en el Hospital Arnau de Vilanova de Valencia y no se supo hasta que el Ministerio cambió el criterio de definición de casos e instó a realizar un segundo análisis a fallecidos por neumonía de origen desconocido.

Desde entonces, Sanidad ha notificado más de 64.000 muertos, aunque este dato no es real, sino que los estudios de mortalidad tanto del INE como del Instituto de Salud Carlos III arrojan cifras mucho mayores a las oficiales, sobre todo por la gran cantidad de muertes que se produjeron al inicio de la pandemia, que se quedaron sin diagnosticar y que Sánchez se negó a reconocer.

 Esta discrepancia siempre ha sido una de las sombras que planean sobre la gestión de un Gobierno que no ha sido capaz de elabora una estadística real del número de casos, minimizando su incidencia, sobre todo durante la primera ola para evitar sacar a la luz todas sus negligencias.

Así, el último Informe MoMo, que recoge la mortalidad diaria de todas las muertes anotadas en casi 4.000 registros civiles registra un exceso de decesos, respecto al mismo periodo del año anterior, de más de 80.000 personas, aunque sin identificar su causa, lo que da idea de la letalidad de un virus que sigue instalado entre nosotros y cuyo único remedio eficaz parece la vacuna.

 

 

Además, según el informe elaborado por elaborado por el Instituto de Salud Carlos III, refleja varios tramos en el año en el que la mortalidad se dispara de forma claramente visible. La primera comprendida entre el 10 de marzo y el 9 de mayo, en el que fallecieron 44.563 personas más de lo habitual.

El segundo periodo de máximo ascenso se marcha entre el 20 de julio y el 29 de agosto, cuando se registraron 4.704 decesos 'extra', mientras el tercero se ubica entre el 1 de septiembre y el 25 de diciembre, en la que se consideró la segunda ola, que costó la vida a 21.524 personas más.

Por su parte, en este tercer embate, estimado desde el 28 de diciembre y hasta este 8 de febrero, día en el que se realizó el último informe, ya han fallecido 10.817 personas más que en el mismo periodo del año anterior.

El Instituto Nacional de Estadística contabilizó más de 45.000 muertos por coronavirus en la primera ola

El único informe oficial en el que se detallan el número de fallecidos por coronavirus es el elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, del que solo se disponen datos provisionales hasta el 31 de mayo de 2020. En ella, se contabilizaron 45.684 muertos.

En este estudio se computan tanto los casos con prueba diagnóstica, que se cifran en 32.652, como los sospechosos (13.032). Además, a estos datos, hay que sumar otras 4.218 personas cuya muerte estuvo relacionada con el covid. Durante los meses de enero y febrero no se no se certificó ninguna muerte por COVID-19. Por lo tanto, todas las defunciones por esta causa se produjeron a partir de marzo.

Los terribles estragos

De esta manera, señala que el exceso de mortalidad durante los meses de marzo, abril y mayo de 2020 respecto al año anterior fue de 47.105 fallecimientos, de los que el 69,3% fueron personas con una prueba diagnóstica positiva y un 27,7% sospechosos, de forma que casi la totalidad de este exceso de muertes (el 97%) se debió a la pandemia.

También el propio INE ha elaborado una estadística experimental en la que estima que en España durante las 21 primeras semanas de 2020 (hasta el 24 de mayo), fallecieron 225.930 personas, lo que supone un aumento del 24,1% (43.945 más) respecto al mismo periodo del año anterior.

 

Por su otra parte, la peor parte se la llevaron los ancianos que vivían en residencias, donde el virus entró como un huracán, llevándose la vida de 30.000 ancianos, según los datos recogidos de todas las comunidades autónomas.

Al menos, serían 29.562 personas mayores han fallecido por coronavirus en residencias desde que comenzó la pandemia de la Covid-19 hace casi un año, en marzo de 2020. Según estos datos, la comunidad con mayor número de fallecidos en residencias de mayores es Cataluña con un total de 8.568 mayores que han perdido la vida como consecuencia del coronavirus.

 

Por su parte, la Comunidad de Madrid no ofrece datos desagregados y solo indica que el total de fallecidos con confirmación o sospecha de Covid desde marzo en centros sociosanitarios (sobre todo, residencias de mayores y también centros de salud mental y dependientes) es de 5.041 personas. Tampoco desglosan los usuarios de residencias que han muerto en hospitales.

Les sigue Castilla y León, donde han muerto un total de 3.977 mayores en residencias (2.872 con Covid confirmado y 1.105 con síntomas compatibles); y Castilla-La Mancha, donde los fallecimientos por Covid de residentes de estos centros desde el inicio de la pandemia ascienden a 1.973.

Andalucía seguiría después con 1.845 fallecidos, seguido de Comunidad Valenciana (1.548), Aragón (1.517), País Vasco (1.063), Asturias (932), Extremadura (757), Galicia (719), Navarra (392) Murcia (342 ancianos), La Rioja (291) Cantabria (268), Baleares (255) y Canarias (74).