Iglesias comunicó al Congreso que desaparecería horas antes de conocerse el auto

Pablo Iglesias registró en el Congreso su inesperada ausencia en la próxima sesión de control al Gobierno, prevista para el 14 de octubre, 24 horas antes de que se conociera el auto del juez García Castellón en el que instaba al Tribunal Supremo a investigarle por hasta tres delitos penados con condenas de hasta cinco años en los tipos penales más graves.

El vicepresidente segundo del Gobierno esquiva así un momento especialmente incómodo que, a buen seguro, significaría un chaparrón público de toda la oposición con media España mirando. Jamás ha faltado Iglesias a una sesión plenaria, que disfruta especialmente y tiene marcada en rojo en su agenda.

Salvo esta vez. Al inusual plantón, según demuestra ESdiario con el documento interno del Congreso en el que el Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla Martos, da cuenta de la ausencia a Meritxel Batet; se le añade la extraña secuencia seguida.

El declive de Pablo Iglesias, el cazador cazado en su propia trampa

Iglesias debió comunicar su renuncia a participar en la sesión apenas unas horas antes de la demoledora resolución judicial, bien por casualidad, bien por constarle, de algún modo, la "bomba" que la Audiencia Nacional detonaría al día siguiente.

En el primero de los casos, el azar le va a servir para sortear el peor momento, tal vez, de su carrera política desde que llegara a La Moncloa, del que es un anticipo la dureza empleada hoy por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, con una pregunta dirigida al unísono a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: "¿Cómo puede presentarse como ejemplo de honradez y honestidad?".

O la airada reacción de todas las asociaciones de magistrados, incluida la progubernamental Jueces para la Democracia, en defensa de García Castellón antes los ataques y presiones de Podemos, resumidos en los desprecios públicos de Pablo Echenique.

Iglesias nunca falta, pero esta vez comunicó su plantón al Congreso 24 horas antes de que se conociera el auto en su contra

Pero en la segunda hipótesis, que necesitaría de un "aviso" oficioso a Iglesias del inminente auto, al problema judicial se le añadiría uno político: se demostraría que el vicepresidente segundo no informó de la ola que le venía encima a Pedro Sánchez, dejando que mantuviera el acto "España puede", preparado con esmero para promocionar al presidente y finalmente oscurecido por los problemas del líder de Podemos.

El Supremo resistirá

La duda no se despejará ni cuando se conozca la justificación formal ofrecida por Iglesias en su escrito, dirigido a una Secretaría que depende del Ministerio de Presidencia, ostentado por la también vicepresidenta Carmen Calvo, que tampoco debió divisar ninguna razón especial en la ausencia de su compañero de Gabinete y, verosímilmente, no avisó a su jefe de filas.

Todo ello coincide con la campaña de Podemos contra el juez firmante del auto y, por extensión, contra la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, compuesta por los mismos jueces que llevaron el juicio del "procés", ajenos a las presiones del entorno. Fuentes próximas al órgano presidido por Manuel Marchena han asegurado a ESdiario que, en este caso, su actitud será la misma y que actuarán en función de las pruebas, al margen de toda lectura política.