| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Casado y Soraya durante una cena de los diputados del PP celebrada el martes.
Casado y Soraya durante una cena de los diputados del PP celebrada el martes.

Los "sorayos" difunden que Casado se rendirá y suplicará un pacto in extremis

La teoría del equipo de Soraya choca frontalmente con lo prometido por su rival pero sirve para sembrar dudas y hacer dudar a los compromisarios que están por apoyar a Casado.

| Ana Isabel Martín España

La batalla por el cetro del PP es también una batalla psicológica. Y en ésas están los de Soraya Sáenz de Santamaría.

Los llamados sorayos, con José Luis Ayllón y Antonio Sanz al frente, están difundiendo desde hace algunos días la teoría de que Pablo Casado se rendirá e intentará negociar un pacto en el último momento, lo que implicaría dejar tirados a todos -o casi todos- cuantos han apostado por él. 

Sería con el Congreso de los días 20 y 21 de julio ya arrancado y una vez que el exvicesecretario de Comunicación compruebe in situ -dicen- que no tiene suficientes compromisarios de su parte para doblegar a Sáenz de Santamaría

Esta teoría choca frontalmente con el compromiso de llegar hasta el final que Casado solemnizó y resumió con estas palabras cuando dio la campanada y pasó a la segunda vuelta: "No hemos llegado hasta aquí para que nada cambie".

La tesis de los 'sorayos' tiene como objetivo, sobre todo, sembrar dudas entre los compromisarios de Cospedal

Sin embargo, tiene un objetivo claro: sembrar dudas sobre la palabra de Casado. Especialmente entre los compromisarios cuya candidata era a priori María Dolores de Cospedal y que ahora han quedado desubicados. 

Si estos últimos sospechan que Casado llegará a una componenda con Sáenz de Santamaría in extremis para salvarse únicamente él, tal vez se piensen mejor votarle.

Por si acaso cala ese miedo, la exvicepresidenta sigue insistiendo allá por donde va en tender la mano a su rival. Y en un encuentro informal entre parte del equipo de Sáenz de Santamaría y la prensa celebrado el lunes, su gente insistió en que no descartan un pacto. En eso y en que tienen a la mayoría de delegados de su parte.

En realidad, Casado ha tenido que lidiar con maniobras de este tipo desde el mismo 18 de junio en que anunció su candidatura y llamó a sus mayores a que dejaran de "arrastrar los pies".

De él se dijo primero que era la liebre de María Dolores de Cospedal y que antes de llegar a la votación de los militantes inscritos, ambos pactarían. No fue así. Y ahora se dice que negociará su rendición un minuto antes de que hablen los compromisarios para no perder la votación.