| 21 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Sánchez y Abascal frente a frente en el Congreso.
Sánchez y Abascal frente a frente en el Congreso.

La cuarentena de Vox regala tiempo a Sánchez y le libra del control del Congreso

Abascal y sus diputados tendrán que ausentarse durante semanas de la Cámara Baja, impidiendo su normal funcionamiento. Al presidente le ha caído un regalo del cielo en el momento justo.

| Ana Isabel Martín España

Cualquiera diría que se trata de una maldición. Cuando el Congreso empezaba recuperar ritmo después de once meses en servicios mínimos (las Cortes se disolvieron el 4 de marzo de 2019 por las elecciones de abril y hasta el 11 de febrero de 2020 no volvió a haber un Pleno ordinario), el coronavirus se cruza en el camino del poder legislativo.

La Mesa del Congreso tomó este martes la insólita decisión de suspender el Pleno de esta semana (incluida la sesión de control a Pedro Sánchez y su Gobierno) y únicamente mantener la comparecencia del ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la comisión del ramo el jueves por la mañana. Aunque desde la Cámara insisten en que se trata de un "aplazamiento" que acabó trasladándose también al Senado.

Y lo peor: es muy probable que esta situación se prolongue más allá de una semana, librando al presidente y su Gobierno de coalición del control de la oposición. Este mismo miércoles Pablo Casado iba a preguntarle sobre las consecuencias económicas de esta crisis sanitaria.

Fue la secretaria general del grupo parlamentario de Vox la que telefoneó a Meritxell Batet en mitad de la Junta de Portavoces para informarle de que Javier Ortega Smith había dado positivo en la prueba del coronavirus. Y que, por tanto, él y los otros 51 diputados de Vox se ausentarían por motivos de fuerza mayor. 

Para entonces el revuelo en Vox era mayúsculo. Por la mañana, los diputados del grupo parlamentario habían celebrado su habitual reunión semanal (sin Santiago Abascal, ni Javier Ortega Smith ni tampoco Iván Espinosa de los Monteros, según fuentes del grupo) ajenos a lo que se le venía encima. Cuando se enteraron, todos abandonaron las dependencias de la Cámara apresuradamente. 

La noticia que Olona trasladó a Batet obligó a plantear como medida drástica la suspensión del Pleno semanal, con el visto bueno de todos los grupos. Durante la reunión de la Junta de Portavoces, la del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, puso dos condiciones. 

En primer lugar, que fuera un cierre con fecha, y lo más acotado posible. "En democracia el Congreso no se cierra ni en guerra. La democracia no se pone en cuarentena", señaló después en rueda de prensa. Batet accedió y de hecho este jueves habrá nueva reunión de la Mesa y la Junta de Portavoces para valorar la evolución.

En segundo lugar, que Pedro Sánchez compareciera esta misma semana en el Congreso para informar de la situación. Los portavoces del PSOE, Unidas Podemos y también del PNV torcieron el gesto. Este último, Aitor Esteban, llegó a decir que una comparecencia del presidente del Gobierno acabaría en espectáculo político.

El propio presidente descartó esta posibilidad en la comparecencia que protagonizó a última hora en La Moncloa. Allí se escudó en que ya está el ministro para comparecer.

Antes de dar por terminada la reunión, Álvarez de Toledo tomó una última vez la palabra para preguntar al resto de portavoces si eran conscientes de la excepcionalidad de la medida que acababan de tomar, y del impacto que iba a tener en la opinión pública el cierre del Congreso.

La Cámara vive, a esta hora, a expensas de Vox. Lo que ocurre es que, según fuentes del partido verde consultadas por ESdiario, por protocolo Sanidad no hace la prueba a quien no tiene síntomas. De modo que Santiago Abascal y el resto de diputados están abocados a la cuarentena en sus casas. Tampoco sabe nadie si habrá nuevos casos en otros grupos. 

Si es así, será complicado que la semana próxima se retomen los Plenos como quiere Batet y pretende el PP, salvo que todo el grupo parlamentario de Vox votara telemáticamente (muy improbable).

Ya se barruntan, no obstante, fórmulas alternativas. La primera sería hacer un nuevo calendario de sesiones para encajar uno, dos o los plenos que haya que desconvocar por el coronavirus. El PP propone hacer una reforma en el reglamento de la Cámara para que sea temporalmente la Diputación Permanente (68 diputados) la que asuma las funciones del Pleno (350 diputados), aunque ello seguiría requiriendo a los parlamentarios de Vox (hay diez en este órgano).   

La pregunta más inminente es si los responsables del grupo parlamentario de Abascal participarán en las reuniones de la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces del jueves. Este martes por la tarde la formación reconocía no tener la más absoluta idea aún. 

En cualquier caso, el cerrojazo a la Cámara Baja es una medida sin precedentes. Actualmente hay en tramitación en la Cámara Baja siete proyectos de ley, entre ellos el de la ley Celáa de Educación y las leyes para la tasa Google y para la tasa Tobin (transacciones financieras). Y a España no le sobra el tiempo después del que se ha perdido entre dos elecciones generales.