Alcaldes del PP cántabro denuncian ante Génova 13 irregularidades en su Congreso

Cuatro votos de los compromisarios, sólo cuatro, decidieron el pasado 25 de marzo que María José Sáenz de Buruaga sería la presidenta del PP de Cantabria.

Cuatro votos en la segunda vuelta que lo cambiaron todo, puesto que en la primera el hasta entonces presidente y candidato a la reelección, Ignacio Diego, había ganado entre los afiliados por 4 puntos y 136 votos.

Lo ajustadísimo del resultado en el 12º Congreso del PP cántabro que sirvió para decantar la balanza del lado de Sáenz de Buruaga desató desde un comienzo las suspicacias de los partidario de Diego. Que, no obstante, optó por asumir con deportividad la derrota y felicitar a su rival.

Esas suspicacias han seguido y este martes llegaron a la mismísima sede madrileña de Génova 13. Hasta allí se desplazaron los líderes del PP de 70 municipios cántabros para pedir la suspensión cautelar de la nueva dirección regional que encabeza Sáenz de Buruaga y que el partido quede en manos de una gestora.

Todos ellos, alcaldes y portavoces del PP, exigen a la dirección nacional que investigue las irregularidades que a su juicio se produjeron en el cónclave de marzo. De lo contrario amenazan con ir a la justicia ordinaria. 

En declaraciones a los medios, Joaquín Solanas, portavoz de los desplazados, explicó que habían entregado cuatro cartas de denuncia y más de mil firmas en la recepción de Génova, pero que un miembro de seguridad les había comunicado que no había nadie para atenderles.

Las cuatro misivas iban dirigidas al presidente del PP, Mariano Rajoy; la secretaria general, María Dolores de Cospedal; el coordinador general, Fernando Martínez Maillo; y el presidente del Comité de Derechos y Garantías, Alfonso Fernández Mañueco. 

En la carta hablan de irregularidades tales como el pago de cuotas de afiliación masivo, falta de transparencia en los listados, suplantación de identidad solicitando el voto o parcialidad manifiesta en el aparato de la sede regional.

Solanas subrayó que la única forma de mantener la unidad del partido es denunciando estas irregularidades, "no callándolas o pasando página, como quiere hacer la directiva".