| 26 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El desprecio de Sánchez e Iglesias al funeral saca la cara sectaria del Gobierno

Primero se negó a organizar un funeral de Estado por las víctimas de la pandemia y este lunes se borró del organizado por la Conferencia Episcopal con una excusa casi insultante.

| Ana Isabel Martín España

No visitó el hospital de campaña de Ifema durante las semanas más trágicas de la pandemia. Tampoco la morgue improvisada del Palacio de Hielo. Negó a las víctimas de la Covid-19 un funeral de Estado como el que en su día se celebro en memoria de los fallecidos en los atentados del 11 de marzo y, por si fuera poco, este lunes faltó al organizado por la Conferencia Episcopal. 

La ausencia de Pedro Sánchez y de la casi totalidad de su Gobierno en las exequias en la Catedral de La Almudena por los más de 44.000 muertos oficiosos del coronavirus retrató la peor cara del Ejecutivo, la más sectaria. A costa de las víctimas de la pandemia.

No tuvo tantos reparos el presidente cuando, por ejemplo, murió la soprano Montserrat Caballé y acudió el primero a la misa funeral. Claro que entonces -octubre de 2018- era un recién llegado a La Moncloa y necesitaba focos. Cualquier foco.  

Solo Carmen Calvo de un Gobierno de 23 

De un Consejo de Ministros en el que se sientan 23 personas, solo acudió una a la ceremonia presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro: la vicepresidenta Carmen Calvo, enlace -no siempre para bien- con la Conferencia Episcopal. A Sánchez le salió a última hora, curiosamente, un viaje a Lisboa para reunirse con el primer ministro, su amigo António Costa. Al que había visto hacía cinco días en la reapertura de la frontera entre España y Portugal. 

Pablo Iglesias y los ministros de Podemos faltaron todos, como era de esperar. Y tampoco los ministros del PSOE se molestaron siquiera en poner excusas. 

"Nos sentimos solidarios con las lágrimas de miles de personas que aún viven las consecuencias de un duelo tan complejo", sostuvo el cardenal Osoro, que alabó la labor de los sanitarios, docentes, policías, transportistas, personal de limpieza, periodistas, sacerdotes, voluntarios... en estos meses tan duros.

Osoro pidió a las autoridades que no dejen que nadie se quede atrás en la crisis

"Frente al sectarismo, la crispación y el enfrentamiento hemos visto cómo muchas personas, creyentes y no creyentes, daban una lección de solidaridad hasta dar la vida por otras", destacó. Al tiempo que alertó de la crisis económica y social que asoma y pidió a las autoridades "que nadie se quede atrás".

La Princesa y la Infanta saludan a la vicepresidenta y a las presidentas del Congreso y el Senado.

 

La ausencia de la práctica totalidad del Gobierno fue más clamorosa por la presencia, por contra, de los Reyes y sus hijas -aplaudidos a su llegada-, así como de autoridades del más alto nivel: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida; las presidentas del Congreso y el Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop; el del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; el del Tribunal Supremo y el CGPJ, Carlos Lesmes; y el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco.

Por parte del PP estuvo Pablo Casado, que horas antes le recriminó su falta de respeto a las víctimas del coronavirus, cuando todavía no hay una cifra oficial de muertos que se aproxime siquiera a la real. 

El desplante del presidente fue premeditado, y responde a su interés en dar prioridad absoluta al acto de homenaje del jueves de la próxima semana en la plaza de la Armería del Palacio Real. Ese sí, laico, porque como ya informó ESdiario Sánchez se negó desde el principio a un funeral de Estado como el que dos semanas después del 11-M reunió a todo el Gobierno en funciones de José María Aznar y al recién electo -por entonces- presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Más recientemente, tras los atentados de Las Ramblas en agosto de 2017 también hubo una misa en la catedral de la Sagrada Familia en recuerdo de las 15 víctimas, así como una ceremonia interreligiosa.

 

Pero el presidente quiere que todo gire en torno al homenaje del día 16 de julio, que también estará presidido por el Rey Felipe y al que La Moncloa ha invitado a diversas autoridades extranjeras para darle un carácter internacional. 

Estarán el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen; el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli; y el alto representante exterior de la UE, Josep Borrell.

Apagón en TVE, que sí retransmitió la exhumación de Franco

Ni siquiera dejó el presidente que TVE, la televisión pública que dio con todo lujo de detalle la exhumación de Francisco Franco, retransmitiera esta vez en directo el funeral en un país de amplia mayoría católica. Especialmente en la franja de edad con más víctimas de la Covid-19.

Los mayores de 65 años son, con diferencia, el colectivo más afectado. Y también son católicos en su inmensa mayoría. Según el barómetro del CIS de junio, a partir de esa edad ocho de cada diez encuestados se declaran católicos (a diferencia de lo que ocurre en otras franjas de edad): bien practicantes, el 39,8%; bien no practicantes, el 40,6%. En total, el 80,4%.

Ya en el pacto de gobierno que Sánchez e Iglesias suscribieron en diciembre dejaron claras sus intenciones a la Iglesia: "Haremos las modificaciones legislativas oportunas para facilitar la recuperación de los bienes inmatriculados indebidamente por la Iglesia basadas en el privilegio de inscribir en el Registro de la Propiedad bienes a partir de simples declaraciones de sus propios miembros".

El último punto de fricción entre el Ejecutivo y la Conferencia Episcopal ha sido a raíz de la nueva ley educativa que ha empezado su tramitación en el Congreso y que reduce el peso de la Religión y de la enseñanza concertada. También a propósito de la negativa del Gobierno a destinar un solo euro de los 2.000 millones para las escuelas a la concertada. Todo para la pública.