Albares, el "arquitecto" de la distensión repentina entre España y Marruecos

Para muchos, es el verdadero inductor de las "devoluciones asistidas", esa deportaciones de menores de edad  desde Ceuta que le están costado una tormenta a Marlaska. Y sus palabras de las últimas hora parecen corroborar esa se sensación, completadas por un mensaje del mismísimo Rey Mohamed de Marruecos que parece abrir una nueva etapa de confianza entre Madrid y Rabat.

Se trata del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, a quien todo el mundo señala como artífice de una distensión que ha durado meses y no tenía visos de terminar pero que, en apenas 72 horas, ha dado un salto decisivo hacia la normalización, con la repatriación de menores como emblema de esa resucitada confianza. 

En una entrevista a la Cadena Ser, Albares ha manifestado que no es necesario establecer "contactos" con su homólogo marroquí para aplicar el acuerdo bilateral de repatriación de menores no acompañados porque está "en vigor" desde hace muchos años y "se aplica". El ministro ha asegurado que para su aplicación no es necesaria una "negociación".

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De ese modo, Albares está convencido de que las repatriaciones de los menores no acompañados que entraron a mediados de mayo de manera irregular y masiva en Ceuta se están efectuando en línea con ese acuerdo bilateral y "con la ley".

El ministro ha declarado que "mientras no se demuestre lo contrario", el Gobierno de Pedro Sánchez confía plenamente en Marruecos, en concreto en el trato que van a dispensar a los jóvenes que vuelvan a su país.

"Gran país amigo"

Pero más allá de los menores, el trasfondo es otro más relevante a efectos geopolíticos y se resume en otra frase de Albares que da pistas: "Marruecos es un gran país y es un gran amigo, pero mucho más en estos momentos. España y Marruecos están llamados a tener una buena relación. Para mi es una prioridad absoluta".