Crece el misterio: ni Iglesias ni Montero asoman por su refugio de verano

A estas alturas del año pasado Pablo Iglesias era vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 e Irene Montero lo era -en su caso lo sigue siendo- de Igualdad. A estas alturas del año pasado ambos veraneaban con sus tres hijos en una casita en Felgueras (Lena, Asturias). 

Por aquel entonces reponían fuerzas para un nuevo curso político que ni remotamente podían sospechar lo que iba a depararles, con Iglesias midiendo sus fuerzas a Isabel Díaz Ayuso en unas elecciones madrileñas y autodesterrado de la política tras su derrota. 

Este mes de agosto en Felgueras no hay ni rastro de Iglesias y Montero, después de que el año pasado la familia tuviera que abandonar apresuradamente su refugio estival entre denuncias de acoso.

Una fotografía de la casa que publicó La Nueva España el verano pasado.

Refugio, no por casualidad, propiedad de Enrique Santiago: líder del PCE, íntimo de Iglesias y a quien éste encumbró a la Secretaría de Estado de Derechos Sociales en marzo, con Ione Belarra como nueva ministra. 

El también diputado Santiago, por cierto, nunca ha declarado esa propiedad al Congreso porque sostiene que en realidad es de su mujer y no suya, que ha pertenecido a la familia de su esposa durante décadas. Antes que a Iglesias se la dejó también a Alberto Garzón, que este verano con la luz a precio de caviar se ha dejado ver relajadamente con su mujer y sus hijas.

Los dos "desaparecidos"

Se sabe que Montero está de vacaciones, puesto que el Gobierno celebró el último Consejo de Ministros del curso el 3 de agosto y hasta el 24 de agosto no habrá otro. Está de vacaciones, pero desde luego ni ella ni Iglesias han pasado por Felgueras, que este verano ha podido recuperar su calma frente a la atención mediática que recibió el pasado.

El exlíder de Unidas Podemos continúa desaparecido por completo de la vida pública y de las redes sociales, pese a que ya han pasado más de tres meses desde que dimitió. Solo ha roto su silencio autoimpuesto con una charla virtual en la Complutense y una entrevista en el diario italiano La Stampa.

Hay algo que sí es igual al verano pasado: tampoco nadie sabe lo que va a depararle el nuevo curso a Iglesias. Se sabe que tiene en mente volver a la televisión de alguna forma y que trabajará a tiempo parcial en un grupo de investigación de la Universidad Oberta de Catalunya (a distancia), pero nada más.