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Murcia pone en cuarentena a 170 invitados a una boda tras dar positivo el novio
El contrayente estaba esperando los resultados de un test que se había hecho y aun así siguió adelante con el enlace, en el que no faltaron el baile nupcial, los abrazos y la barra libre.
La Consejería de Salud del Gobierno de Murcia se ha echado a temblar. El positivo de un novio a cuya boda asistieron el sábado cerca de 200 invitados se ha convertido en un problema de salud pública de primer orden para la comunidad.
De momento, 170 de ellos se encuentran en cuarentena obligada y a la espera de los resultados de las pruebas PCR.
Tal es la polémica suscitada en la región por este caso que el presidente regional, Fernando López Miras, reconoció este martes que su Gobierno estudia reducir el aforo de las bodas.
Las autoridades sanitarias murcianas temen que el positivo del novio desencadene un nuevo brote y el salón donde se celebró el convite, el Magna Garden, se ha visto obligado a cerrar dos semanas "por precaución". Sus responsables han indicado que el personal a cargo del evento, que se celebró al aire libre, cumplió con todas las medidas de seguridad. Aun así, una boda es una boda. Hubo baile nupcial, barra libre, abrazos...
No esperaba el contrayente obsequiar a sus invitados con un regalo así. Él trabaja en el centro de menores de Alguazas. El domingo, un día después de la boda, se enteró de que era uno de los ocho trabajadores que habían dado positivo en la prueba realizada masivamente en el centro. También hay 17 menores contagiados.
Pero el quid de la cuestión es que el novio sabía que estaba pendiente del resultado del test y aun así siguió adelante con la boda. De ahí la perplejidad de los murcianos.
