| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Juan García-Gallardo y, Alfonso Fernández Mañueco durnate una sesión en Las Cortes el pasado mes de diciembre
Juan García-Gallardo y, Alfonso Fernández Mañueco durnate una sesión en Las Cortes el pasado mes de diciembre

Mañueco ve como una “deslealtad” de Vox el anuncio de Gallardo sobre el aborto

No ha gustado nada en el Gobierno de Castilla y León el comportamiento del vicepresidente. Se sintieron “engañados" al oírle hablar de unas medidas que en ningún caso se han aprobado así

| Benjamín López España

La coalición de Gobierno en Castilla y León pasa por un momento delicado a raíz de las declaraciones de Juan Gallardo, el vicepresidente de la Junta, cabeza visible de Vox en esa comunidad. El presidente, Alfonso Fernández Mañueco, lo considera “una deslealtad que, además, está dando alas al sanchismo”, confirman fuentes del Gobierno regional.

“Vox pretende experimentar en Castilla y León algunas ideas sobre el aborto que han importado de Hungría y que aquí no son legales”, explican desde el entorno de la presidencia de la Junta.

 

Se sintieron “engañados”, dicen, cuando el pasado jueves Gallardo compareció ante los medios en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno y anunció que se iba a implantar un protocolo para las mujeres que quisieran poner fin a su embarazo, según el cual se iba a obligar a los médicos a ofrecerles la posibilidad de escuchar el latido fetal antes de practicar el aborto.

“Fue una manipulación interesada de lo que se había aprobado”, dicen esas mismas fuentes. Explican lo mismo que ha reiterado el presidente Mañueco: que es algo que las mujeres embarazadas, no las que vayan a abortar sino todas las gestantes, pueden solicitar si así lo desean, pero que en realidad no hay ninguna obligación por parte del médico ni mucho menos por parte de la mujer. 

Experimentos ideológicos

Vox pretende experimentar en Castilla y León algunas ideas sobre el aborto que han importado de Hungría y que aquí no son legales”, explican desde el entorno de la presidencia de la Junta. “No lo vamos a permitir” porque, según dicen, esos protocolos dependen de la Consejería de Sanidad y en ningún momento se va a aplicar ninguna medida que atente contra la legislación del aborto y la libertad de las mujeres. Todo lo que se ha aprobado va dirigido a dar una mejor asistencia a la mujer embarazada, aseguran. 

El enfado de Mañueco con Vox va más allá de considerar el comportamiento de Gallardo como una “deslealtad”. Se trata de que, además, le ha dado alas a Sánchez con un tema que no es real. El Gobierno central se ha agarrado a una falsedad para amplificar el asunto, hasta el punto de anunciar el envío de un requerimiento amenazante a la Junta que habrá que ver si finalmente llega o no. 

 

No obstante, en el Gobierno de Castilla y León consideran que la polémica no puede sostenerse en el tiempo “porque no van a encontrar ni un solo caso” de una mujer o un médico  a los que vayan a coaccionar para que escuche o deje de escuchar el latido fetal. “Ahí termina la polémica por mucho que a algunos les intereses sostenerla en el tiempo”, opinan. 

El PP busca colocarse en la centralidad

No obstante reconocen que este tema del aborto es un asunto complicado para el PP porque saben que muchos de sus votantes no ven mal las propuestas de Gallardo. Vox, dicen, ha ido a “hacer daño” al Partido Popular sin medir las consecuencias favorables que este asunto puede tener para el sanchismo.

Mañueco no acepta el discurso de Vox, que no se puede aplicar legalmente en España, ni las lecciones del Gobierno sobre los derechos de las mujeres cuando mantiene una ley como la del sólo sí es sí que las desprotege frente a los delincuentes sexuales

La respuesta del presidente de la Junta, en “sintonía” con Génova “en todo momento”, ha sido, aseguran esas mismas fuentes, “colocarse en la centralidad”. Ni aceptan el discurso de Vox, que no se puede aplicar legalmente en España, ni las lecciones del Gobierno sobre los derechos de las mujeres cuando mantiene una ley como la del sólo sí es sí que las desprotege frente a los delincuentes sexuales.