Sánchez dimite tras rechazar la mayoría del PSOE su hoja de ruta

Tras casi once horas de convulsa reunión de la cúpula socialista, Pedro Sánchez ha dejado de ser líder del PSOE dos años después de ser elegido por los militantes en primarias. Quiso llevar su órdago contra los barones hasta el final, logró desquiciar al máximo órgano socialista entre congresos y, finalmente, aglutinó una mayoría que le deja fuera de la política española.

El secretario general del PSOE ha perdido la votación en un dramático Comité Federal. 132 miembros del cónclave han votado contra la celebración de un congreso extraordinario y 107 a favor.

Sánchez ha logrado desquiciar a medio partido y provocado los recelos de sus propios leales

Sánchez ha perdido la votación que este sábado se ha registrado en el Comité Federal del partido a favor o en contra de la celebración de un congreso extraordinario cuya votación de primarias tendría lugar el próximo 23 de octubre.
En contra de la propuesta de Sánchez, votaron un total de 132 miembros del Comité Federal, mientras que a favor de la iniciativa se recogieron 107 votos.

Garantiza su "lealtad" a su sucesor

En su discurso de despedida, Sánchez apeló a la unidad del PSOE y argumentó que había hecho esa propuesta porque se estaba cuestionado la figura del secretario general, destacando que al menos "así lo ha sufrido".

En segundo lugar explicó que la propuesta tenía que ver con la posición política, en relación a si el PSOE debería intentar formar un gobierno alternativo al PP, aunque desgraciadamente no fue posible la anterior legislatura.

Pedro Sánchez añadió que el congreso era para dirimir esas dos cuestiones. "Y sigo creyendo que debe ser la militancia quien decida esas cuestiones, tiempo hay", remachó.

Finalmente indicó que ha sido para él un orgullo y un honor dirigir el PSOE y ha deseado todo el acierto del mundo a quien le suceda, destacando que a la Ejecutiva saliente servirá de manera leal.

Después, ante los periodistas -sin preguntas- apeló a sus "firmes convicciones" para justificar su decisión y llamó a los militantes y simpatizantes a estar "orgullosos" de formar parte del PSOE. Dio las gracias a los informadores y, acompañado de su número dos, Cesar Luena, se fue.

Gritos de "pucherazo" y casi agresiones.

El Comité más decisivo de la historia del PSOE ha evidenciado la fractura absoluta entre oficialistas y críticos. La Ejecutiva de Pedro Sánchez había colocado urnas para proceder a la votación secreta de un congreso extraordinario, un paso que no fue aceptado por el sector crítico, que ha comenzado parando este proceso y, después, ha empezado a recoger firmas para presentar una moción de censura al secretario general.

En el interior de Ferraz se produjeron insultos, lloros y un supuesto intento de agresión a Sánchez

Sin embargo, la Mesa del Comité Federal -controlada por Sánchez- rechazó finalmente someter a votación la moción de censura, avalada por al menos 129 firmas, han informado fuentes socialistas.

Cuando la dirección afín a Sánchez sacó las urnas y empezó a votar, los críticos se han rebelado entre gritos de "¡pucherazo!", "¡fraude!", "¡sinvergüenzas!" y "¡cobardes!". Según 20 Minutos, el número dos de Susana Díaz, Juan Cornejo, habría intentado agredir al propio Sánchez.

Finalmente, ambos bandos acordaron que se votara a mano alzada la celebración de un congreso extraordinario, como reclamaban los afines al ya ex líder socialista.

En su comparecencia de este viernes, el líder socialista anunció que si el Comité Federal rechazaba su hoja de ruta abandonaría su cargo.

"O se monta una gestora, como algunos pretenden, para que lleve al PSOE a que gobierne Mariano Rajoy a través de la abstención, o deciden los militantes en un congreso y mantenemos el no a Rajoy e intentamos un gobierno alternativo de cambio y transversal, como aprobó el Comité Federal", dijo el líder del PSOE, que defendió que él no puede "administrar" una decisión que no comparte.

El Comité Federal deberá ahora designar a los miembros de una gestora que conduzca al PSOE a un congreso que, en contra de lo que pretendía Sánchez, no será inmediato. El presidente de Asturias, Javier Fernández, es el favorito para asumir ese papel. Esta gestora deberá decidir si transita del  no a la abstención y permite por fin la investidura de Mariano Rajoy.

Por el momento, el Comité Federal del PSOE está negociando ya la creación de una comisión gestora que se haga cargo del partido tras la dimisión de Sánchez. No obstante, se trataría de una gestora provisional hasta el próximo sábado, cuando un nuevo Comité Federal acordaría la gestora que llevará al partido hasta la celebración del congreso extraordinario.