El Congreso de ERC muta en una cumbre de apología del chantaje a los españoles

¿Está más cerca o más lejos la investidura de Pedro Sánchez para que pueda echar a andar el Gobierno Frankenstein que ha diseñado con Pablo Iglesias? La pregunta es obligada habida cuenta del nuevo escenario político que ha abierto la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europe, que afirma que el líder del ERC, condenado por el golpe del 1-O, debió haber tenido inmunidad como europarlamentario, a la espera del correspondiente suplicatorio del Tribunal Supremo al Parlamento Europeo.

Tras la sentencia de los jueces europeos, los independentistas se han envalentonado. Sobre todo, tras ver como los fugados Carles Puigdemont y Toni Comín pueden ganarse un pastizal como europarlamentarios durante muchos meses mientras difunden mentiras sobre la democracia española y haciéndose las víctimas de un supuesto Estado represor.

Con este escenario, los socios a los que está mimando Sánchez para lograr sus votos y ser presidente con plenos poderes, ERC, están celebrando este fin de semana su congreso. Un cónclave que puede ser vital para los intereses de Sánchez. Porque ERC está demostrando que no renuncian a la vía ilegal para conseguir la independencia de Cataluña y, además, han decidido elevar el precio que ha de pagar Sánchez para seguir en Moncloa.

En dicho congreso, las bases de ERC han aprobado este sábado con el 93,46% de los votos en el Congreso Nacional del partido su hoja de ruta para lograr la independencia de Cataluña, en la que prioriza el diálogo y la negociación con el Estado para celebrar un referéndum de autodeterminación, aunque no renuncia a ninguna vía "democrática y pacífica".

La ponencia política, que fija la estrategia de los republicanos para los próximos años, ha sido avalada con 558 votos a favor, 20 en contra y 19 en blanco de los militantes que han participado en el pleno del Congreso Nacional de ERC, que se ha celebrado en el Auditori del Fòrum de Barcelona.

Con la aprobación de este documento, ERC consolida su apuesta estratégica por el diálogo y la negociación con el Estado, y por ampliar los adeptos al independentismo para lograr un referéndum de autodeterminación.

Junqueras: "Un nuevo referéndum es inevitable"

Desde la cárcel de Lledoners, Junqueras ha ofrecido un mitin a los suyos, asegurando que la independencia es "irreversible y un nuevo referéndum inevitable" que dé una gran mayoría favorable a constituir la república catalana.

Junqueras ha sostenido que hace falta un nuevo referéndum y ha llamado a persistir y fortalecer el independentismo para que, cuando llegue el momento de hacerlo, "la mayoría favorable a la independencia sea inmensa e incuestionable".

Aragonés fabula con la "represión"

Por su parte, El vicepresidente de la Generalitat y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, ha advertido este sábado al PSOE de que el diálogo para solucionar el conflicto en Cataluña "sólo es posible si la política desplaza la represión".

"Hay que abrir una etapa en la que la política venza a la represión. Queremos que quede claro: la nueva etapa política solo se puede abrir si la política desplaza a la represión. ¿Se entiende o no se entiende?", ha afirmado el también número dos del Govern.

Aragonès ha insistido en que "es la hora de la política y de abrir una negociación" con el Estado para resolver el conflicto catalán, pero considera que esto solo se puede hacer si se abandona la judicialización contra el independentismo.

Rovira, desde su escondrijo, se opone al diálogo

Uno de los momentos estelares ha sido la intervención, a distancia, de la fugada Marta Rovira. La  secretaria general de ERC ha avisado este sábado de que no dialogarán "gratuitamente como si nada hubiera pasado" porque no confían en las instituciones españolas, que considera inmersas en una crisis de confianza y legitimidad.

Rovira ha calificado de "cantos de sirenas" algunas apelaciones al diálogo, y ha afirmado que no puede haber negociación entre iguales cuando es el Estado quien dicta sus condiciones, según ella en función de sus intereses económicos o políticos.

Para Rovira, lo que considera represión es todavía un obstáculo que impide avanzar en el diálogo: "No es posible la resolución del conflicto político si no se para la represión, sin una amnistía para los presos políticos".