| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Puigdemont vuelve a boicotear la hoja de ruta de Sánchez y Aragonés.
Puigdemont vuelve a boicotear la hoja de ruta de Sánchez y Aragonés.

Puigdemont calienta la Diada por carta y boicotea a Aragonés con "confrontación"

El expresidente fugado se lanza de nuevo a torpedear la hoja de ruta pactada entre Pedro Sánchez y Esquerra y se erige en el único garante de la reactivación del procés.

| M.B España

En vísperas de las dos citas claves para el independentismo, la Diada del 11-S y la primera reunión de la Mesa Estado-Generalitat pactada entre Pedro Sánchez y Pere Aragonés, el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha vuelto a lanzarse a boicotear a Esquerra, del que es socio en el Govern y ha decidido calentar las movilizaciones de dentro de cinco días llamando a la "confrontación" contra España.

El fugado en Waterloo ha optado por buscar su cuota de protagonismo a través de una carta enviada a todos los miembros registrados en el llamado Consell per la República, en la que defiende que este órgano ayuda a recordar al Estado sus "vergüenzas democráticas, y que tiene un jefe de Estado que criminalizó y excluyó a millones de ciudadanos".

 

"Y permite que no haya ninguna excusa para preparar la manera de ganar la próxima confrontación con el Estado. Porque si queremos la independencia, el Estado se ha encargado de hacer que la confrontación sea inevitable", añade Puigdemont, tras recordar que en pocas semanas se celebrará el cuarto aniversario del 1-O y de la declaración unilateral de independencia.

La misiva llega después de que, a finales de agosto, la exconsejera y eurodiputada de Junts Clara Ponsatí anunciara que ha dejado el Consell por estar "supeditado a las dinámicas de la política y el gobierno autonómicos".

Según el expresidente catalán, el movimiento independentista ha luchado durante los últimos cuatro años para que la "dura represión" del Estado no desdibujara lo que ocurrió, y se ha esforzado para que lo construido hasta ahora sea una obra de todos, y no de ningún partido.

Tutela a Aragonés y la Generalitat

A su juicio, el Consejo que él mismo preside desde su escondite en Bélgica es la institución republicana que recoge esta legitimidad, la mantiene, la protege y la pone al servicio del conjunto de actores del movimiento independentista para poder completar el trabajo iniciado hace cuatro años, aunque cree que en este tiempo hay quien proyecta sobre el 1-O y sus efectos políticos "una visión muy alejada de lo que fue" y de lo que compartían colectivamente.

Para Puigdemont, se ha recorrido un camino difícil, necesario e incompleto, que ha servido para saber cuál es el camino para el reconocimiento internacional de una república catalana: "Sabemos, con la claridad que da la historia de las relaciones pretéritas y recientes entre Cataluña y España, que sólo hay un camino para conseguirlo. Y que no hay atajos edulcorados, suaves, inocuos".

Y todo ello ante una España que, según el expresidente catalán, no se parece a Canadá y al Reino Unido, y que sólo aplica "negación y castigo, amenaza y punición", por lo que considera que la independencia es una conquista que se deberá mantener y defender durante mucho tiempo por todos los medios posibles, basados en los derechos humanos y la paz.

Un documento para la ruptura

Tras reivindicar el documento Preparem-nos (Preparémonos) de Consell per la República, donde dibujan la hoja de ruta que debe seguirse para conseguir la independencia, ha apelado a los independentistas a prepararse "para la fase en la que la respuesta del Estado vuelva a ser un 'no' a todo, y mantenga la represión y la amenaza sobre miles de ciudadanos".

"La confrontación con el Estado no se puede rehuir, es una realidad inevitable por la que tenemos que pasar si queremos que Cataluña sea reconocida como nación soberana e independiente", apostilla Puigdemont, que termina su misiva con un puyazo a Esquerra a la que pide no hacer creer que la eventual nación catalana llegará sin tener que lucharla desde las calles y las instituciones.