| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Pablo Iglesias durante su mitin de este martes en La Coruña.
Pablo Iglesias durante su mitin de este martes en La Coruña.

Iglesias y Errejón se enzarzan en Twitter por el fracaso de su "happy política"

Los militantes y simpatizantes de Podemos han debido de asistir atónitos a la pelea virtual entre ambos, en la que también han tomado partido Irene Montero y Juan Carlos Monedero.

| Miguel Blasco España

Ya no se molestan siquiera en disimular, ellos que hasta ayer acusaban a la prensa de inventarse una guerra fratricida donde no la hay. La cúpula de Podemos, con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón a la cabeza, se han enzarzado este martes en una pelea virtual por las esencias del partido. 

La formación ha decidido lavar sus trapos sucios en Twitter, y de qué manera. La mecha prendió cuando el número dos de Podemos colgó un mensaje en su cuenta en respuesta a una afirmación que había hecho poco antes Iglesias en un mitin: "El día que dejemos de dar miedo a los poderosos no tendremos sentido", había alertado a los suyos desde La Coruña.

A lo que Errejón replicó:  

Como no podía ser de otra manera Iglesias se dio por aludido y entró al trapo, recordándole a su compañero que en las elecciones de junio las cosas no les fueron según lo esperado con la campaña La sonrisa de un país; con su happy política:

En ésas estaban cuando se metió por medio Irene Montero, ojito derecho de Iglesias:

Y también Juan Carlos Monedero, que siempre está allá donde hay un debate identitario sobre Podemos

Tampoco faltó Rafa Mayoral, también del ala dura:

Más tarde trató de poner paz el secretario de Organización, Pablo Echenique:

Viendo las dimensiones que había adquirido la discusión, el propio Iglesias intentó después poner paños calientes presumiendo de lo democrático que es su partido por no esconder sus diferencias. Pero tan manoseado argumento ya no cuela.