| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Un mitin de Ángel Gabilondo este miércoles.
Un mitin de Ángel Gabilondo este miércoles.

Vuelan cuchillos en el PSOE: Iván Redondo culpa a Lastra del bluf de la campaña

El "fundido a negro" de la campaña de Ángel Gabilondo y las demoledoras encuestas han abierto en Moncloa y Ferraz una nueva fase: la de buscar al responsable del fracaso que se augura el 4-M

| Javier Ruiz de Vergara España

Como informó este jueves el director de ESdiario, Antonio Martín Beumont, los nubarrones comienzan a acumularse sobre el cielo del PSOE, conscientes sus principales estrategas de que la posibilidad de una mayoría de izquierdas que desaloje a Isabel Díaz Ayuso de la Puerta del Sol es ya casi un imposible.

Más aún, empieza a extenderse el pánico ante un más que viable sorpasso de Mónica GarcíaÁngel Gabilondo que supondría toda una humillación para Pedro Sánchez y su reducida guardia de corps, que ha manejado a su antojo la campaña electoral del 4-M. La primera vez que la izquierda del PSOE lograría adelantar a Sánchez en las urnas.

Ya se sabe, además, que en política "la victoria tiene muchos padres pero la derrota es huérfana". Y en éstas andan en el PSOE, buscando ya un dirigente al que endosar el descalabro de Ángel Gabilondo que en el socialismo madrileño ya muchos dan por descontado.

 

Según fuentes socialistas consultadas por ESdiario, el máximo ideólogo de la estrategia para las elecciones madrileñas, Iván Redondo, lleva días deslizando en privado su enfado por el "pobre papel" desempeñado por la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. La jefa de la maquinaria electoral y logística en Ferraz.

El equipo de Redondo culpa a la número dos de Sánchez de no haber sido capaz de "movilizar" a las bases socialistas de Madrid. Es decir, que a juicio de Moncloa Lastra ha sido incapaz de llevar hasta las agrupaciones y los municipios afines al PSOE -principalmente los del norte de la región- el mensaje dictado desde el entorno del presidente.

También se responsabiliza a Lastra de no haber sabido captar el caladero desencantado de Cs proclive a trasvasar su voto a la lista de Gabilondo. Y hay quien también la responsabiliza de haber sobreactuado en el caso del sobre amenazante a la ministra Reyes Maroto.

 

 

El empuje espectacular de Isabel Díaz Ayuso ha acabado "borrando la sonrisa" a Sánchez y su gran gurú electoral.

 

Sin embargo, desde el aparato de Ferraz -y sobre todo desde la cúpula del PSM- los cuchillos vuelan en la dirección contraria. Primero culpan a Redondo de "colonizar" la campaña con ministros e independientes en papeles protagonistas.

Y de vetar a referentes de las bases socialistas madrileñas con los que no se ha contado en los actos principales, como el exconcejal Antonio Miguel Carmona, o exdirigentes como José Cepeda o los históricos alcaldes socialistas del sur en Leganés, Getafe, Móstoles o Fuenlabrada.

 

Nombres que siguen teniendo un notable ascendente sobre los militantes. Ni siquiera el actual portavoz socialista en Cibeles, Pepu Hernández -el gran fichaje de Sánchez para comenzar a recuperar Madrid-, ha rascado bola en la campaña.

En el PSOE-M y en Ferraz el malestar por los bandazos de Redondo y por la presencia en campaña de ministros achicharrados como Fernando Grande-Marlaska no deja de crecer. Y ahora se trata de salir lo más indemne posible de la medianoche del 4-M. Ese conocido sálvese quien pueda de todas las noches electorales.

De momento, Moncloa opta en estas últimas horas por meter distancia con el 4-M. Y el Gobierno defiende que las elecciones madrileñas no deben interpretarse en clave nacional sino en su contexto autonómico, porque no son unos comicios generales sino de una región en la que la situación es muy "particular" y no es extrapolable a otros territorios, según argumentan distintas fuentes gubernamentales. Todo un síntoma.